El Servicio de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Palencia está intentando determinar el origen de la intoxicación alimentaria que se ha cobrado la vida de cuatro internos de la residencia San Marcos de Paredes de Nava (Palencia), aunque la principal hipótesis que barajan los facultativos apunta a un brote de salmonela como probable causa del trágico suceso.
Los médicos basan este diagnóstico en el cuadro clínico de los pacientes, pero no descartan otros gérmenes como agentes motivadores de la toxiinfección, según afirmó ayer el jefe del Servicio Territorial de Sanidad, Isidro Burón. «Casi seguro que es un brote bacteriano, debido, probablemente, a una salmonela, pero hay que esperar porque las muestras fueron sembradas el domingo y precisan de un tiempo de incubación que puede prolongarse hasta las 48 ó 72 horas. También podría tratarse de otras bacterias como sigela o estafilococo», explicó.
Los cultivos corresponden a alimentos tomados por los residentes en el menú del sábado -puré de lentejas, alubias pintas y pollo- y también del viernes, que la residencia guardaba debido a la reglamentación que obliga a conservar los platos de 48 horas antes.
El delegado territorial de la Junta en Palencia, José María Hernández, cree, igualmente, que hay que esperar al resultado de los análisis para llegar a conclusiones definitivas. «La Junta ha actuado de oficio en la materia que la corresponde y hay que esperar a que finalicen los cultivos para emitir un diagnóstico certero», subrayó Hernández.
Tres de los nueve ancianos ingresados en el Hospital San Telmo de Palencia como consecuencia de la intoxicación alimentaria continuaban ayer en estado crítico, mientras que seis seguían graves, aunque con las constantes vitales controladas.
