Las plagas de chinches resurgen debido a las importaciones de mobiliario y los viajes internacionales

Estos insectos no transmiten ninguna enfermedad, pero causan muchas molestias
Por EROSKI Consumer 5 de mayo de 2009

Algunas plagas que se consideraban prácticamente extinguidas en España, como la de chinches, han vuelto a proliferar debido a las importaciones de mobiliario y los viajes internacionales. La nueva presencia de estos insectos ha motivado que se incremente entre un 10% y un 20% la demanda de los servicios destinados a erradicarlos, tal como refleja un estudio de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla).

La plaga está aumentando en todas las comunidades autónomas, pero su crecimiento ha sido «notorio» en Canarias y la zona del Mediterráneo, donde los servicios prestados por las empresas de control han aumentado entre un 50% y un 90%, respectivamente. El incremento se registró primero en el Camino de Santiago y la Costa del Sol y los establecimientos de hospedaje han sido «particularmente vulnerables» a la infestación, explicó la directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta. De hecho, la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago acordó el pasado diciembre crear un protocolo con normas preventivas de limpieza para luchar contra la presencia de chinches en los albergues.

El movimiento de pasajeros que se mueven de unos países a otros con artículos o ropa infectadas y el intercambio de mobiliario que se adquiere en el extranjero y que viene contaminado son algunos de los factores de esta propagación, señaló Fernández. El informe, elaborado a partir de un cuestionario enviado a las 290 empresas que forman parte de la asociación, apunta como principales causas de infestación el equipaje, los colchones y la ropa de cama. La directiva de Anecpla aconsejó, como medidas para evitar esta proliferación, no importar productos sin que pasen previamente una cuarentena, sacudir la ropa antes de preparar la maleta y emprender el viaje de regreso, o deshacerse de colchones o ropas de cama.

«El personal de los hoteles debe ser capaz de detectar los rastros de chinches», apuntó Fernández, que propuso además como medidas higiénico-sanitarias colocar las sabanas de una habitación en una bolsa separada y lavarla a temperaturas muy elevadas. Los hoteles de cuatro y cinco estrellas son los que más solicitan el control de esta plaga, lo que «no quiere decir que sea ahí donde haya más problemas de chinches». «Lo que sí sucede es que el cliente es más exigente, se detecta antes y se requiere el servicio de los profesionales», explicó.

Colchones, mesillas de noche y molduras son los lugares más frecuentes donde habitan estos insectos de actividad nocturna que, al alimentarse de sangre preferentemente humana, suelen esconderse cerca de las zonas de descanso. Aunque las chinches no transmiten ninguna enfermedad, sus picaduras «indoloras e imperceptibles» son causa importante de irritación cutánea, riesgo de infecciones secundarias, incomodidad e insomnio.

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