Entrevista

Gurutz Linazasoro, neurólogo y director del Centro de Investigación de Parkinson de la Policlínica Guipúzcoa

El Parkinson es mucho más que temblores y síntomas que afectan a la movilidad
Por Clara Bassi 11 de octubre de 2011
Img gurutzlinazasoro
Imagen: CONSUMER EROSKI

Ante la creencia errónea y muy extendida de que la enfermedad de Parkinson es sinónimo de temblores, el neurólogo Gurutz Linazasoro explica que esta patología se manifiesta con un amplio abanico de síntomas: movimientos lentos, dificultades para darse la vuelta en la cama y conciliar el sueño, depresión o demencia. Los tratamientos actuales permiten controlarlos y retrasar su evolución, pero el gran reto de los próximos años será encontrar las causas de esta dolencia degenerativa, que aún son desconocidas y que pueden ser la clave para prevenirla. Linazasoro, director del Centro de Investigación de Parkinson de la Policlínica Guipúzcoa, explica todo ello en esta entrevista, concedida con motivo del último Congreso de la Federación Española de Parkinson, celebrado en Zaragoza.

¿Qué porcentaje de personas padecen la enfermedad de Parkinson en España?

Los estudios epidemiológicos señalan que, aproximadamente, el 2% de los mayores de 65 años sufren esta dolencia, que quiere decir que en España hay en torno a 100.000 personas afectadas.

¿La cifra de afectados aumenta o se mantiene estable en el tiempo?

Cada vez hay más afectados por una razón muy fácil de entender, y es que es una patología que se asocia al envejecimiento y, por lo tanto, cuantos más años se vive, más riesgo hay de sufrir Parkinson y Alzheimer, así como otras enfermedades degenerativas. Pero además, el Parkinson no solo se manifiesta después de los 65 años, sino que hay un porcentaje, el 15% de los casos, que puede desarrollarse antes de los 45.

Como en el caso del actor estadounidense Michael J. Fox.

Exacto.

¿Ante qué síntomas o indicios recomendaría usted a una persona que acudiera a un neurólogo?

“Cada vez hay más afectados de Parkinson porque es una dolencia que se asocia al envejecimiento”

A pesar de que el síntoma que más se asocia a la enfermedad del Parkinson es el temblor de reposo, hasta un 30% de los afectados nunca tienen temblores. El síntoma más distintivo es la bradicinesia o lentitud y dificultad al realizar movimientos. También se caracteriza por otros síntomas sutiles, como que la letra se haga cada vez más pequeña, que al paciente le cueste darse la vuelta en la cama, batir un huevo, afeitarse, atarse y soltarse los botones, que tenga la cara inexpresiva y un caminar muy característico, como andar sin apenas bracear, con un pasito muy corto. Así que la enfermedad es mucho más que temblores y síntomas que afectan a la movilidad.

También se relaciona con la demencia, ¿no es así?

La esfera cognitiva y emocional resultan afectadas. El 20% de los casos se asocian a demencia, la depresión se desarrolla hasta en un 50% de los pacientes y los problemas de sueño, en el 90% de los casos, además de otros síntomas como el estreñimiento, caídas y apatía.

¿Por qué sucede esto? ¿Qué ocurre en el cerebro de los pacientes?

Un grupo de neuronas que producen dopamina se degeneran y, al haber menos dopamina en el cerebro, se desarrollan todos estos síntomas. La pregunta del millón es ¿qué degenera las neuronas? ¿Cuál es la causa? A día de hoy, se nos escapa.

Por lo tanto, ¿no se puede prevenir?

Al desconocer la causa, es muy difícil prevenir el Parkinson. Pero como toda patología asociada al envejecimiento, debemos procurar que el cerebro envejezca de la forma más sana posible, con un estilo de vida sano, es decir, practicar ejercicio físico, ejercicio intelectual, seguir una dieta sana y tener interacción social.

¿Es una dolencia que se diagnostica tarde?

“Hay que procurar que el cerebro envejezca de la forma más sana posible”

Sí. Incluso cuando hay síntomas motores, temblores y lentitud, el diagnóstico se retrasa. Precisamente, esta constituye una de las líneas más importantes de investigación. Sabemos que los cambios que ocurren en el cerebro de un afectado empiezan 15, 20 o 30 años antes que los síntomas motores. Por eso, intentamos averiguar qué sucede en esta fase prematura de la enfermedad y si esa fase ya se traduce en síntomas.

¿Con qué técnicas?

Estudiamos el cerebro de las familias con enfermedad de Parkinson, que ya tienen un riesgo un poco más alto que el resto de la población de desarrollarlo, con una prueba de diagnóstico por imagen (DATASCAN). El problema es que da síntomas muy inespecíficos, como la pérdida de olfato, la depresión, el estreñimiento o trastornos de la conducta en fase REM, que surgen años antes. Pero no todas las personas con un problema de olfato desarrollan la dolencia ni todas las personas con Parkinson tienen este deterioro sensorial, de modo que es difícil y debemos definir aún mucho más esa etapa previa, con más investigación.

Los tratamientos actuales, como medicación, cirugía, neuroestimuladores y rehabilitación, entre otros, ¿consiguen controlar y retrasar la evolución de la enfermedad?

“Hasta el 30% de las personas con Parkinson nunca tienen temblores”

Hace 50 años que se dispone de la levodopa, una sustancia de la que depende el paciente con Parkinson. Al igual que el diabético necesita la insulina para controlar los síntomas, todos los pacientes con Parkinson necesitan la levodopa. Pero en la práctica no es perfecta, sobre todo, cuando la administración es oral. Pueden surgir complicaciones y problemas y, por eso, se combina con otros medicamentos agonistas de la dopamina, como la rasagilina. Un estudio indica que con esta sustancia se retrasa la evolución de la enfermedad, que avanza más despacio. Cuando los fármacos ya no solucionan los problemas del paciente, se puede recurrir a las técnicas de cirugía, que consisten en la implantación de estimuladores en una parte del cerebro, el núcleo subtalámico.

¿Se refiere a una especie de marcapasos?

Exacto. Aunque funcionan, la cirugía tiene un riesgo aproximado del 1%, por lo que los reservamos para pacientes muy bien seleccionados.

¿Hay novedades terapéuticas importantes?

Se ensayan nuevos fármacos que se comercializarán en los siguientes años y también se trabaja mucho en terapia génica e investigación con células madre. Pero todo es absolutamente experimental.

ATENCIÓN INTEGRAL AL PACIENTE CON PARKINSON

La enfermedad de Parkinson tiene un importante impacto en la calidad de vida de los afectados. Los temblores continuos, las dificultades para caminar y dormir o el desánimo provocado por la depresión que padecen un alto porcentaje de estos pacientes, entre otros, les impide llevar una vida normal. Este abanico de síntomas indica que, en la práctica, estos pacientes necesitan “un abordaje integral”, enfatiza Gurutz Linazasoro.

Muchos de los síntomas del Parkinson se manifiestan cuando se atraviesa una fase avanzada y son difíciles de solucionar con la medicación actual. De ahí que ese abordaje integral o atención desde todos los puntos de vista posible al paciente cobre pleno sentido. Este tipo de asistencia comprendería la rehabilitación, la atención por parte de un logopeda o una atención especial ante las caídas motivadas por la enfermedad, informa Linazasoro.

Este médico expone que, en la actualidad, el sistema sanitario se vuelca en la atención a las caídas traumatológicas, pero no tanto en la atención a los problemas derivados de una patología crónica y degenerativa como el Parkinson. A su juicio, la rehabilitación es hoy en día una necesidad acuciante para muchos afectados y de ahí que, para atenderlos, agrupaciones como la FEP y las asociaciones de pacientes cubran el vacío asistencial al que no llega la sanidad.

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