Elegir una ‘webcam’

Para mantener videoconferencias, observar rincones alejados del mundo, mostrar intimidades... el uso de las cámaras web está cada vez más extendido.
Por EROSKI Consumer 11 de julio de 2005

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Con la proliferación de conexiones de banda ancha y el auge de la comunicación instantánea, las cámaras web están ganando enteros. Cada vez son más las personas que emplean estos sencillos periféricos para mejorar su experiencia en los chats, mantener un contacto más cercano y económico con familia y amigos en la distancia, acceder a las cada vez más en boga páginas de contactos que admiten videoconferencias, visitar otros lugares a miles de kilómetros desde la computadora o mostrar al mundo sus extravagancias -abundan las páginas en las que internautas mantienen permanentemente conectadas sus webcams, apuntando a su acuario de peces de colores, su calle o incluso al taxi que conducen-.

¿Cómo elegir la cámara adecuada?

Cualquiera que sea el uso que se le vaya a dar, es conveniente conocer las peculiaridades de las distintas cámaras existentes en el mercado para acertar con la más indicada para nuestras necesidades.

  • Lo primero es comprobar que la webcam es compatible con las capacidades, puertos de conexión (a estas alturas debería ser como mínimo USB 2.0, preferiblemente firewire) y sistema operativo de nuestra computadora personal. Afortunadamente no suelen unos periféricos muy exigentes.
  • Es interesante observar su capacidad de movimiento (las hay que rotan hasta 360 grados y que se pueden orientar con facilidad arriba y abajo) y su agarre. Para acertar en este terreno hay que saber primero dónde se va a colocar. No es lo mismo situarla sobre un monitor plano que encima de la CPU.
  • Resolución. Obviamente, será mejor cuanta más resolución tenga. Para enviar vídeo lo mínimo recomendable es 320×240 píxeles; lo ideal 640×480. Y de ahí para arriba (si se pretende capturar fotografías será necesaria más resolución). La calidad de la imagen dependerá directamente de esta característica, junto con la velocidad.
  • Velocidad de refresco, o número de imágenes por segundo que es capaz de capturar y mostrar. Cuanta mayor sea, mejor mostrará el movimiento. Lo mínimo es 15 frames por segundo o fps.
  • El sensor de imagen también es importante, ya que permitirá capturar la imagen en diferentes condiciones de iluminación; el equivalente a los carretes en las cámaras de fotos analógicas. Lo más usual y recomendable hoy día es CCD (Changed Couple Device). También se encuentran muchas con sensor CMOS (Complementary Metal Oxide Semiconductor), que es más barato y consume menos energía, pero produce más ruido.
  • Capacidad para capturar fotografías, es decir, de ejercer de cámara digital. Prácticamente todas las webcams permiten congelar una imagen, pero eso dista mucho de poder independizarla del ordenador y llevarla a una excursión para hacer fotos. Si se desea un híbrido semejante tendrá que estar preparado para almacenar lo grabado, ya que la mayoría de las webcams puras se limitan a enviarlo a la computadora. Es muy recomendable también que cuente con flash y con una óptica razonable.
  • Las hay que incorporan micrófono, lo que facilita mantener videoconferencias con menos ‘cacharros’ en el escritorio, pero no resulta en absoluto imprescindible.
  • Abundan cada vez más las webcams inalámbricas. Su precio sube, pero puede merecer la pena con tal de eliminar molestos cables.
  • Por último, es importante valorar el software que la acompaña. Las hay que traen poco más que los drivers, pero en cambio hay algunas que vienen acompañadas de programas muy interesantes, por ejemplo de grabación y edición de vídeo o de reconocimiento de movimiento.

Portales y buscadores de cámaras

La Red está plagada de estas pequeñas ventanas al mundo. Gracias a ellas se pueden visitar los lugares más representativos de otros países: museos, zoológicos, sitios paradisíacos, vistas desde los satélites que hay en el espacio … incluso es posible vigilar como avanzan las obras de demolición del edificio Windsord.

Para recorrer el mundo de esta manera existen portales y buscadores especializados muy recomendables como: www.earthcam.com, con doce categorías de cámaras; www.webcam-index.com, con un sistema de búsqueda basado en un mapa interactivo del mundo; www.webcamsearch.com, con más de 42.000 webcams gratuitas, y OjoTV, en castellano.

Desde el callejero de PaginasAmarillas.es se puede acceder a las webcams que vigilan las principales calles de Barcelona, Bilabao, Madrid, Las Palmas, Sevilla y Valencia para comprobar el estado del tráfico.

EyeToy, la ‘webcam’ para jugar

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No sólo hay cámaras para la computadoras personales, también hay una muy especial pensada para la PlayStation 2. Hablamos de la EyeToy, una pequeña camarita USB que cumple el viejo sueño de introducir a los jugadores dentro del mismo juego.

Con este periférico y con algunos de los videojuegos que lo soportan, el usuario se verá a si mismo dentro del televisor. Está preparada para capturar sus movimientos, de tal manera que, por ejemplo, en un juego de lucha estará empleando sus propias manos contra sus adversarios. Sus aplicaciones potenciales son muchas. De momento en otoño se lanzará EyeToy: Kinetic, un producto elaborado con Nike Motionworks para hacer ejercicio frente a la pantalla.

Una breve historia

Parece ser que la primera webcam nació allá por 1991, en la prehistoria de Internet y la informática de consumo, de la mano de un informático de la Universidad de Cambridge que estaba harto de bajar escaleras en busca de café y encontrarse con que ya no quedaba nada. Para evitarlo, conectó una videocámara a una computadora.

Pero la primera persona en alcanzar la fama gracias a las webcams, y de paso en dárselas a conocer a muchas personas, fue Jenny. Esta joven diseñadora decidió en 1996 comenzar a retransmitir su vida en directo, durante las 24 horas del día, desde la página JenniCam.org. En aquel momento, lejos aún los grandes hermanos televisivos y con Internet iniciando su apogeo, logró una gran popularidad internacional en poco tiempo. En 2003 se retiró, pero aún persisten clubs online de fans.

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