Brecha digital

Internet no es igual para todos en España
Por Nacho Rojo 17 de junio de 2003

El desarrollo tecnológico mejora la calidad de vida, pero también es fuente de nuevas desigualdades. Reducir la brecha digital, la distancia que separa a los ‘info-ricos’ de los ‘info-pobres’, es uno de los objetivos prioritarios de muchos gobiernos del planeta. En España, la puesta en marcha de programas como el Plan Info XXI todavía no ha dado los frutos deseados.

Ciudadanos de primera y de segunda

La necesidad de actuar para que el desarrollo tecnológico no incremente las distancias entre el primer y tercer mundo es ya una prioridad para diversos organismos internacionales, como la ONU. Pero a escala nacional el problema es el mismo: el acceso a las tecnologías de información y comunicación (TIC) separa a clases sociales y ahonda las diferencias entre los núcleos urbanos y las zonas rurales. Últimamente, la brecha digital está en boca de todos los políticos y presente en los programas gubernamentales.

En España el acceso a Internet es escaso y está mal repartido. La Red sólo alcanza al 26% de la población, muy por debajo de la media europea. Las líneas de alta velocidad (ADSL), sin embargo, han tenido gran acogida entre los internautas, pero se concentran en los grandes núcleos urbanos (más del 40% están en Madrid y Barcelona, mientras que ciudades como Soria, Teruel, Ávila o Zamora apenas llegan a las 2.000).

El primer paso ya se ha dado: considerar Internet como un servicio básico universal y el desarrollo tecnológico como una prioridad para la buena marcha de la economía. Sin embargo, las iniciativas lanzadas hasta ahora para reconducir la situación en España han dado pocos frutos. Pocos dudan de que programas como el ‘Plan Info XXI’ o ‘Internet para todos’ han quedado muy lejos de las expectativas iniciales.

Plan Info XXI

El Plan de acción Info XXI, basado en el proyecto e-Europe lanzado por la UE en diciembre de 1999, pretendía, según sus responsables, “ganar el futuro”. El ambicioso plan incluía 332 iniciativas elaboradas por todo los ministerios españoles: crear puntos de acceso público a Internet en oficinas de correos, bibliotecas y núcleos rurales, formar profesores, fijar precios y condiciones asequibles para conectarse a Internet, extender las redes de banda ancha a poblaciones pequeñas… De ellas, 21 eran consideradas emblemáticas, que se podían resumir en tres grandes áreas de actuación:

  • Dotar de acceso a la Red todo el territorio español
  • Desarrollar e impulsar la Administración electrónica.
  • Potenciar los contenidos en español en Internet.

Lo más apremiante, sin duda, es impulsar el acceso a la Red en un país con un grave lastre, y desde este punto de vista, conseguir que potencialmente todo el que desee conectarse pueda hacerlo. Con la intención de llevar Internet a cualquier rincón del país y a toda clase de personas, se puso en marcha un Plan de Alfabetización Digital (Internet para todos), que establecía cursos baratos para formar a un millón de ciudadanos en el uso de la Red. Ese programa se presentó al menos cuatro veces, la última en mayo de 2002, y su fracaso fue reconocido incluso por el propio Ministerio.

Comisión Soto

El Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCYT) creó una comisión de expertos para revisar y retomar el Plan Info XXI. La ‘Comisión Soto’, presidida por Juan Soto y formada por 10 expertos de prestigio, recogió más de 4.500 propuestas de empresas y ciudadanos para elaborar el informe “Aprovechar la Oportunidad de la Sociedad de la Información en España”.

El informe apremia a “definir un nuevo Plan General [en sustitución del Info XXI], dotado de suficiente liderazgo político que cuente con la organización y medios necesarios y que se comunique ampliamente”. Propone seis actuaciones prioritarias:

  • Potenciar la formación, para pasar del “aula de informática” a la informática en el aula, impregnando todo el sistema educativo del uso de las nuevas tecnologías.
  • Apostar por la administración electrónica, acelerando la implantación del DNI electrónico y comprometiendo a las administraciones para que ofrezcan cada vez más servicios en Internet.
  • Equiparar legalmente el “mundo Internet” al “mundo físico”, en los procesos judiciales, los medios de pago electrónicos o el voto.
  • Acelerar la entrada de los ciudadanos en Internet; facilitar el acceso a PCs de los colectivos de menores rentas, dinamizar la oferta de servicios de banda ancha e impulsar el acceso a Internet de calidad mediante Puntos de Acceso Públicos a Internet (PAPIs).
  • Impulsar las TIC en las empresas; programas de asesoramiento para pymes que den a conocer los incentivos fiscales y subvenciones relacionadas con la tecnología.
  • Contribuir a la Integración social para reducir la brecha digital. La comisión propone facilitar el acceso a las NT a los colectivos desfavorecidos como vehículo de integración social.

El informe también recoge las barreras que deberán superarse en el empeño por “acelerar el desarrollo de la Sociedad de la Información en España y contribuir a que cada vez más ciudadanos y empresas se beneficien de las ventajas que ofrece”:

  • Reducido nivel de utilización de las tecnologías a nivel interno y escasa interactividad de dichos servicios con los ciudadanos.
  • Elevado desconocimiento y escasa capacitación: el 54% de los ciudadanos no tiene un PC en su casa y el 48% de las empresas no extrae el máximo rendimiento de las TIC por falta de formación.
  • Retraso en la incorporación de los ciudadanos a la Sociedad de la Información, especialmente en la penetración de ordenadores personales y el uso de Internet en los hogares.
  • Déficit de internautas, que no crean un mercado suficiente para que las empresas se animen a usar este canal.

Internet rural

A comienzos de 2001, el Ministerio aseguró que durante ese año Internet llegaría a todas las áreas rurales de España. Eso incluía cambiar las líneas de Telefonía Rural de Acceso Celular (TRAC), que condenan a más de 260.000 hogares, alrededor de un millón de habitantes, al ostracismo tecnológico, pues impiden el acceso a la Red.

Entre los años 1992-94, Telefónica, cumpliendo su obligación de dar servicio universal, decidió instalar estos teléfonos de tecnología celular en las áreas rurales donde no resultaba rentable tender cables. El problema de estas líneas es que sólo sirven para hablar, no para conectarse a Internet.

La mitad de las líneas TRAC debería haber sido sustituida hace más de un año, pero el proceso se ha ido dilatando por problemas tecnológicos, lo que ha causado gran malestar entre las poblaciones afectadas. Varios pueblos han optado por buscar soluciones por su cuenta, conectándose a Internet por satélite sin esperar a que llegue el sustituto de las TRAC, pues algunos gobiernos locales ya consideran la conexión a Internet como un servicio básico municipal, como el agua o el alumbrado público.

La nueva Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSICE), en vigor desde julio del año pasado, establece por fin que Internet es un servicio universal igual que la telefonía fija, obligando a la Administración, y a Telefónica como operador dominante, a solucionar el problema de las TRAC a corto plazo.

A principios de año, el MCYT aprobó el plan de migración de las líneas de telefonía rural a otra tecnología que permita el acceso a Internet. Con una inversión de 475 millones de euros, aportados en parte por los fondos FEDER de la UE, el Gobierno desarrollará la propuesta ‘multitecnológica’ de Telefónica, que establece nuevos plazos y fija las tecnologías y empresas adjudicatarias del plan de sustitución:

  • En junio se sustituirán el 30% de las líneas TRAC, el 70% antes de fin de año y todas ellas antes de 2005.
  • Las compañías Iberbanda, Neo-Sky y Basa sustituirán el 60% de las líneas con LMDS (bucle de abonado local inalámbrico), Telefónica Móviles dará el 30% de cobertura mediante GSM/GPRS y el 10% restante se hará por satélite y par de cobre tradicional.

Brecha rural

Las posibilidades que abren las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en el medio rural son más importantes, si cabe, que para el resto, pues no sólo ponen fin al aislamiento secular de éstas áreas, sino que actúan de manera decisiva sobre su desarrollo por medio de:

  • Creación de empleo ligado a las nuevas tecnologías de la información
  • Realización de proyectos comunes en territorios rurales
  • Diversificación de actividades
  • Nuevos canales de producción y comercialización
  • Aumento de la rentabilidad y competitividad de la producción
  • Conservación del medio natural y protección del medio ambiente

Iniciativas y ejemplos

Con “plena coherencia” con una de las conclusiones de la ‘Comisión Soto’ para impulsar Internet en España -“asegurar la igualdad de oportunidades”- el MCYT se puso manos a la obra con el programa Internet rural. Se trata de una iniciativa, dotada con 30 millones de euros para el periodo 2002-2005, dirigida a los tres millones de habitantes de los 1.500 municipios rurales que no tienen cobertura con las actuales redes de banda ancha.

En concreto, las actuaciones comprendidas en el programa Internet Rural, son:

  • Dotar a los municipios rurales de centros de acceso público a Internet con conexiones de banda ancha, redes de área local inalámbricas y del adecuado equipamiento multimedia.
  • Facilitar la integración de la tecnología en la vida cotidiana de los ciudadanos de estas zonas rurales.

Otra acción que sigue las conclusiones de la comisión de expertos es la inversión de 21 millones de euros para formar trabajadores en nuevas tecnologías, que ha recibido un nuevo empuje a través de la puesta en marcha de la página web www.forintel.es.

Se podrían mencionar otras iniciativas que demuestran que “algo se mueve” tras el fracaso del Plan Info XXI, aunque algunas de ellas generan renovado escepticismo. Por ejemplo, los 1.900 ordenadores portátiles que ha cedido el MCYT a 60 entidades con riesgo de ‘infomarginalidad’: asociaciones de padres y familiares de minusválidos, de pensionistas y jubilados, federaciones de mujeres y familias de ámbito rural, organizaciones de mayores, etc.

La Junta de Extremadura, que recibió 123 ordenadores, dijo que esta acción es insuficiente: “Es de risa considerar que esta medida es la solución para la brecha digital. El MCYT envía un portátil sin más. Las licencias de los programas continúan en propiedad del Ministerio, con lo que anima a los receptores a piratear software, o a tener que adquirir software propietario”, explicó en un comunicado.

Proyectos ejemplares

Extremadura, con el proyecto LinEx -para utilizar software libre en la administración y la educación- y el Plan de Alfabetización Tecnológica, es una de las zonas más avanzadas en la puesta en marcha de programas para no quedarse atrás en el desarrollo tecnológico.

La razón no es otra que, al margen de las iniciativas gubernamentales, las entidades locales y regionales se mueven por su cuenta, algunas más que otras, para asegurarse de que sus ciudadanos no quedan fuera del meteórico avance de la Sociedad de la Información. Por ejemplo:

  • Habría que destacar el proyecto presentado por el Departamento de Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco para el acceso a la Sociedad de la Información en el medio rural, que ha sido seleccionado por Comisión Europea (dentro de la incitativa Leader+) como ejemplo del desarrollo de las TIC en ámbitos rurales y modelo a seguir. El Gobierno vasco tiene como meta que el medio rural disponga de acceso a Internet a alta velocidad antes de 2005. El plan arrancó con un proyecto que se aplicará a 110 municipios rurales de Euskadi, donde se fomentará el uso de la tecnología para incrementar la competitividad de productos y servicios. El objetivo prioritario es que las NT “no acaben llegando a las zonas rurales con diez años de retraso, como ocurriera en tiempos pasados con el teléfono o el gas”.
  • La Diputación Provincial de Cuenca puso en marcha el Programa de Formación en Nuevas Tecnologías, del que se han beneficiado más de 700 personas de 106 pequeños municipios. Además, para que la población rural ponga en práctica sus nuevos conocimientos, se firmó un convenio con la Consejería de Ciencia y Tecnología para conectar con banda ancha vía satélite a todas las localidades de la provincia que lo soliciten.
  • “La última vez que esta adoquinada ciudad medieval en el norte de España estuvo en la vanguardia de alguna cosa, El Cid estaba detrás de las brechas de las murallas de la ciudad, preparándose para dirigir la Reconquista contra los moros. Ahora, Zamora está esperando saltar nuevamente a la vanguardia como la primera ciudad del mundo conectada enteramente a Internet usando la tecnología sin hilos de alta velocidad conocida como Wi-Fi”. Con estas palabras se hacía eco The Washington Post del proyecto de la española Afitel, ganador de la última edición de los premios Computerworld Honors por representar uno de los grandes hitos tecnológicos del siglo XXI en pro de una mejora de la Sociedad de la Información. El pasado septiembre, Zamora implantó un sistema diseñado por Afitel que permite el acceso a Internet sin cables desde cualquier punto del núcleo urbano.
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