Los buscadores son una herramienta imprescindible para recuperar la ingente cantidad de información diseminada por Internet. Todas las páginas conocidas genéricamente como buscadores devuelven un listado de páginas web cuando se introduce un término de búsqueda, pero no todas lo hacen de la misma forma.
Los buscadores se dividen, básicamente, en dos tipos:
Motores de búsqueda o arañas. Un ordenador robot rastrea la Red periódicamente leyendo el contenido de las páginas web para alimentar su base de datos. Al introducir el término buscado, consulta la base de datos y genera un listado de resultados automáticamente, según su relevancia, a través de complicados algoritmos. Google, Inktomi, o Teoma son ejemplos de arañas. Muchos buscadores araña emplean tecnología ‘alquilada’: AOL busca a través de Google, Ask Jeeves en Teoma y Altavista en Yahoo!.Índices o directorios. En estos directorios interviene el factor humano, pues son personas las encargadas de fichar y clasificar las páginas web por temas. Los editores del directorio navegan por Internet para alimentar y actualizar el índice, a la vez que reciben peticiones de los sitios web para ser incluidos. El buscador sólo localiza páginas que previamente figuran en su directorio. Open Directory Project (dmoz) es el directorio más popular, empleado por Google, Lycos y Netscape, entre otros muchos. Yahoo!, Looksmart y Excite tienen su propia clasificación.Los buscadores ‘híbridos’ presentan resultados mixtos, basados tanto en motores de búsqueda como en directorios. También hay metabuscadores, que ofrecen a la vez los resultados de varios motores de búsqueda, tales que Hotbot, Dogpile, WebCrawler o 1Blink.com.
Existen también buscadores especializados, centrados en un ámbito geográfico o en un tema en concreto. Para encontrar buscadores se puede utilizar un directorio como buscopio.net o los llamados «buscador de buscadores», como infobuscadores.com o FinderSeeker.
¿Cuál elegir?
La elección del buscador es una cuestión personal. A través de muchas pruebas, cada internauta termina fichando el buscador que le devuelve los resultados más satisfactorios según su propio criterio. Para saber si utilizar motores de búsqueda puros o directorios hay que valorar hasta qué punto queremos restringir el ámbito de la búsqueda. Si sabemos el tema sobre el que queremos información, es más útil realizar búsquedas dentro de esa categoría en un directorio. Y para búsquedas complicadas, con pocos resultados en buscadores ‘normales’, podemos acudir a un metabuscador.
Por ejemplo, si queremos buscar ‘cáncer’ para conocer más sobre la enfermedad, iremos al tema medicina en un directorio; pero si necesitamos cualquier información sobre el cáncer (noticias, estadísticas, artículos en medios generales, etc.) es más útil teclear la palabra en un robot de búsqueda. Los directorios contienen muchas menos páginas web que los motores de búsqueda.
