Viajar en clase turista, business o primera

La primera clase ofrece más y mejores servicios, pero el billete puede llegar a costar hasta diez veces más que en las plazas de clase turista por el mismo trayecto
Por Elena V. Izquierdo 16 de enero de 2008
Img segundaclase
Imagen: Ian Brown

Antes de subir al avión

En el mismo vuelo, unos y otros usuarios reciben determinados servicios en función de la clase en que viajen. Así nos podemos encontrar desde butacas estrechas, un pasillo menor que el de una casa de juguete, y, además, sin comer, hasta coches de lujo que llevan al aeropuerto, trato preferente antes, durante y después del vuelo, masajes, butacas que se convierten en cama y televisores particulares en los que elegir entre decenas de canales y películas

La duración del viaje es un aspecto fundamental a la hora de elegir una u otra clase. Muchos pasajeros prefieren pagar un precio mayor -que puede multiplicar hasta por diez el ordinario- a cambio de llegar más descansados y en mejores condiciones a su destino. ¿Qué servicios se ofrecen en cada clase para justificar las diferencias de precio del billete?

Tradicionalmente, las clases aéreas se han dividido en tres: turista o económica, business, y primera o preferente -aunque cada compañía aérea puede denominarlas de una manera distinta-. La primera clase ofrece un mayor número de servicios, y puede llegar a costar hasta diez veces más que las plazas de clase turista por el mismo trayecto. La clase business, intermedia entre la primera y la turista, ofrece también ciertos privilegios a sus viajeros frente a la clase económica como más espacio en las butacas, catering gratuito, embarque y desembarque prioritario o acceso a las salas VIP. El precio de su billete puede ser el doble -e incluso más, dependiendo de la compañía- que el de turista.

Las diferencias entre volar en clase turista y hacerlo en business o en primera comienzan antes de subir al avión, antes, incluso, de llegar al aeropuerto. Mientras que quien viaja en turista suele llegar en su coche particular, en transporte público o en taxi, las aerolíneas ponen a disposición de quienes vuelan en sus clases más elevadas la posibilidad de trasladarse en coches de lujo conducidos por un chófer que recoge a los viajeros en su hotel o en su propio domicilio. Algunas compañías como Iberia o Malaysian Airlines dan a sus pasajeros la opción de trasladarse en limusina al aeropuerto. La compañía asiática llega más lejos y ofrece la posibilidad de llegar a la terminal en helicóptero si los privilegiados viajeros cogen el avión en Kuala Lumpur.

Quienes no elijan esta opción cuentan con un servicio de recogida, aparcamiento y entrega de los vehículos particulares en los principales aeropuertos: el parking vip. Un servicio que incluye, sin precio adicional, la custodia y el seguro del automóvil. Iberia proporciona esta prestación a los clientes de Business y Business Plus (similar a primera clase) que vuelen desde Madrid o desde Barcelona con un billete de tarifa completa, y también a aquéllos que sean titulares de Iberia Plus Platino y Oro, con independencia de la tarifa y la clase en la que viajen. El servicio gratuito de parking es de tres días con destino a Canarias, Europa, Oriente Medio y África, y de siete días en los vuelos a América, Sudáfrica, Lagos, Dakar y Malabo.

En el aeropuerto

En el aeropuerto las diferencias continúan. Los viajeros con billete turista han de cargar con sus maletas hasta los mostradores de facturación. Para facilitar esta tarea, cuentan con la posibilidad de utilizar los carritos que se encuentran gratuitamente a disposición de los clientes. Quienes vuelen en primera clase pueden ser acompañados por un asistente personal que les lleve hasta el mostrador y se haga cargo durante este trayecto del equipaje. Éste es uno de los servicios que ofrecen compañías como Lufthansa. Es frecuente que, ya en el mostrador, quienes vuelan en clase turista se enfrenten a largas filas de personas que esperan para facturar sus equipajes. Esto no existe en primera clase y en business, clases en las que se proporciona, tanto a los pasajeros como a sus maletas, un trato preferente en mostradores exclusivos. Además de poder llevar más peso que en clase turista sin tener que abonar por kilo extra, business y preferente identifican las maletas con una etiqueta especial para ser entregadas posteriormente a su dueño de manera prioritaria, antes que al resto de los pasajeros. Normalmente, se pueden facturar de manera gratuita 20 kilos de equipaje en clase turista y hasta 30 en clases superiores. China Airlines permite facturar hasta 40 kilos sin recargo. El viajero de primera clase y de business cuenta también con puntos de información preferentes en los aeropuertos más importantes.

Los viajeros de primera clase facturan en mostradores exclusivos y pueden cargar, gratuitamente, hasta 30 o 40 kilos de equipaje sin recargo alguno

Otro de los servicios de los que pueden disfrutar quienes viajan tanto en business como primera clase es la sala vip. A diferencia de los viajeros con billete turista, que esperan sentados en las sillas del aeropuerto, los de las clases más caras pueden descansar en una sala especialmente acondicionada para ellos. Estos espacios cuentan con todo tipo de comodidades para que el viajero pueda trabajar, descansar o relajarse. Las aerolíneas facilitan a los pasajeros que quieren trabajar o distraerse ordenadores, conexión gratuita a Internet a través de wifi, fax, o teléfono. Si prefieren otro tipo de entretenimiento, cuentan con televisión, música, prensa y degustaciones de vino y comida. Para quien desee descansar, algunas compañías aéreas ponen camas a disposición de sus clientes en estas privilegiadas zonas de descanso que también cuentan con servicio de duchas y áreas de relax. British Airways cuenta con una spa gratuito en el aeropuerto de Heathrow en el que los pasajeros de primera clase pueden recibir distintos tipos de masaje: antiestrés, relajación y tratamientos como oxigenación facial.

Diferencias en el avión

A la hora de subir al avión, lo más habitual es hacerlo a través del pasillo que comunica la terminal con la aeronave, y en algunos aeropuertos, y dependiendo del tipo de vuelo, se puede viajar en autobús o hacer el camino a pie. Los pasajeros de primera clase pueden recorrer el trayecto en un coche especial conducido por un chófer. Es el caso de Lufthansa, que pone a disposición de sus viajeros un conductor que les lleva hasta las escalerillas del avión en un Mercedes clase S o en un Porsche Cayenne. Los pasajeros que viajan en primera o business también tienen preferencia para subir al avión.

La primera clase del avión está diseñada para que los pasajeros puedan disfrutar de todas las comodidades. Las butacas, el entretenimiento que ofrece la aerolínea, el menú y los detalles con los que cuenta no tienen nada que ver con los de la clase turista, y se diferencian también de los que proporciona la clase business. En turista, los asientos suelen estar bastante pegados a los delanteros y el respaldo es poco reclinable, en torno al 15%. El tamaño suele ser un poco mayor que el de los asientos del autobús o el tren y mover las piernas en ocasiones es difícil. Para salir al pasillo, en muchas ocasiones, quienes viajan en los asientos más próximos a la ventana tienen que pedir al resto de los viajeros de la fila que se levanten, con la molestia que esto ocasiona. En Iberia, las butacas de los vuelos intercontinentales tienen un ancho interior de 43 centímetros, reposacabezas fijo, reclinación del respaldo de 15 centímetros y llevan una bolsa para guardar artículos personales y revistero. La separación entre filas es de 81 centímetros.

En la clase business la butaca es similar, aunque permite un mayor espacio y adaptabilidad porque en los vuelos a Europa, norte de África y Oriente Próximo el asiento central queda libre. El espacio entre filas es de 86 centímetros y el ancho interior de la butaca es de 44, uno más que en turista.

Las butacas de primera clase son reclinables y extensibles hasta formar una cama de casi dos metros

La gran diferencia llega al viajar en primera clase. Iberia pone a disposición de los pasajeros que viajan en business plus butacas reclinables y extensibles hasta formar una cama de 1,90 metros y 66 centímetros de ancho, cubierta exterior rígida que permite más privacidad y una separación entre filas de 152 centímetros. Cuentan también con posavasos y un espacio para guardar objetos personales. Cada asiento dispone de una pantalla táctil de 10’4 pulgadas en la que el pasajero puede disfrutar de 26 canales de vídeo y 15 de audio, lleva una lámpara individual regulable en intensidad, reposacabezas ajustable en altura y diferentes posiciones laterales, doble almohadilla lumbar con función masaje incorporada y reposabrazos abatible. Existen compañías que mejoran aún más estas prestaciones. La cabina de primera clase de Air France cuenta con un máximo de ocho asientos colocados en batería para conseguir más espacio. Las butacas se convierten en camas de dos metros con colchón y edredón de plumas. Y Singapur Airlines tiene lujosos asientos de cuero reclinables y, en su avión más exclusivo, ofrece suites con camas dobles, puerta deslizante, persianas y armario.

En cuanto al entretenimiento en primera, la pantalla personal permite que cada pasajero pueda seleccionar durante el vuelo las películas que quiere ver, la música que desea oír o los juegos con los que quiere entretenerse, todo ello con calidad digital. Iberia, British Airways o Air France son algunas de las compañías que ofrecen una amplia selección de largometrajes de estreno y una gran variedad de canales temáticos en diferentes idiomas, así como una selección de música que el viajero podrá sintonizar. Puede elegir ver las películas en el momento que lo desee, congelar la imagen del film, el sonido de una canción o repetir el diálogo desde el mando de su asiento. Otra de las opciones de entretenimiento está en los videojuegos con los que el pasajero podrá entretenerse. Algunos aviones permiten también ver el vuelo, desde el despegue hasta el aterrizaje, gracias a una cámara exterior situada en el timón de cola. La clase business y la primera cuentan con periódicos nacionales e internacionales que las azafatas reparten de forma gratuita. Mientras, los pasajeros de la clase turista pueden escuchar la música de un número reducido de canales y ver la película que se emite en las pantallas del avión, normalmente previo pago de los auriculares si el viajero no los lleva consigo desde tierra.

En primera clase existe la posibilidad de acceder a las cuentas de correo electrónico o conversar con gente que está en tierra

Otra de las prestaciones por la que muchas personas eligen viajar en primera clase es la posibilidad de acceder a sus cuentas de correo electrónico o conversar con gente que está en tierra. Para quienes viajan por negocios, es un servicio que les permite ganar tiempo en el vuelo y estar conectados con su empresa durante el trayecto. Iberia permite consultar de forma gratuita las cuentas de correo electrónico así como enviar y recibir mensajes. Con un bono que cuesta en torno a 7 euros el pasajero puede mantener conversaciones escritas a través del chat. También puede enviar mensajes sms a móviles o a correos electrónicos desde la pantalla táctil individual de la butaca, y recibir la respuesta durante el vuelo. El coste ronda el euro y medio por mensaje. Las butacas permiten además enchufar el portátil a un conector estándar y a un cargador de energía para no tener que estar pendientes de la batería.

Los clientes de business plus de Iberia pueden utilizar un teléfono individual situado en la consola central de su butaca. Los pasajeros que tienen el billete de clase turista disponen también de varios teléfonos en el avión. El coste de la llamada es de casi 7 euros por minuto o fracción.

Después del viaje

Los primeros en bajarse del avión son los pasajeros que vuelan en clase preferente y en bussines. Los de primera pueden ser recogidos al pie de la aeronave en coches de lujo que les llevan hasta la terminal. Los últimos en abandonarla, son los viajeros de la clase turista que normalmente son trasladados en autobús hasta el aeropuerto, donde recogen las maletas.

Quienes viajan en primera y en business tienen prioridad en la recogida del equipaje y pueden disfrutar de nuevo del spa, la sala vip, masajes, peluquería y duchas. Para finalizar el viaje, los pasajeros de primera pueden ser trasladados a su hotel o residencia en vehículos como limusinas, igual que llegaron. Unos privilegios, en definitiva, disponibles para pocas personas y que convierten el vuelo en todo un lujo.

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