No hay una fórmula mágica para gestionar las finanzas en pareja, pero tener una cuenta conjunta para centralizar los gastos comunes es muy práctico. Se puede usar para domiciliar los recibos del hogar, abonar el alquiler o pagar la compra semanal con el dinero que ingresen ambos miembros de la pareja. Así no habrá que ir calculando continuamente cuánto dinero le debe uno al otro. Pero ¿qué hay que tener presente a la hora de abrir una cuenta conjunta?
1. ¿La cuenta puede abrirse con dos titulares?
No todas las cuentas corrientes admiten varios titulares. Así que las parejas que quieran abrir una cuenta conjunta tendrán que asegurarse de que el banco les permitirá figurar a ambos como titulares de la cuenta.
2. ¿El banco cobra comisiones?
Gastos de mantenimiento y administración, comisiones por emitir transferencias, cuotas anuales por las tarjetas… Abrir una cuenta corriente puede salir muy caro si no se revisa con atención la letra pequeña del contrato de la cuenta, por lo que, antes de contratar una nueva en pareja, hay que verificar que la operativa básica se podrá llevar a cabo sin pagar comisiones.
Muchas entidades comercializan cuentas sin comisiones que admiten hasta dos titulares, por lo que contratar una no debería ser difícil. Eso sí, es probable que la pareja tenga que buscar en otros bancos que no sean los suyos, ya que algunas entidades reservan sus mejores ofertas para los nuevos clientes.
3. ¿Qué requisitos hay que cumplir?
Muchos bancos bonifican los costes de sus cuentas solo si los clientes cumplen una serie de requisitos, por lo que es importante comprobar cuáles son. En algunos casos, se reducen a operar por Internet, mientras que en otros hay que domiciliar una nómina, varios recibos o hacer un gasto mínimo con tarjeta.
Aquellas parejas que solo quieran la cuenta conjunta para compartir gastos, y prefieran mantener sus ingresos domiciliados en sus cuentas personales, deberían buscar una cuenta sin comisiones y sin nómina obligatoria.
4. ¿Las tarjetas son gratuitas?
Algunas entidades entregan una tarjeta a cada titular de la cuenta sin cuotas de emisión ni de mantenimiento. Otros, en cambio, solo eximen de las comisiones al primer titular y obligan al segundo a pagar si quiere una tarjeta. ¿Y cuánto puede costar una? Los principales bancos de España pueden cobrar más de 30 euros anuales por una de débito y más de 40 por una de crédito. Lo idóneo es que ambos titulares puedan tener su propia tarjeta gratis, a menos que no tengan intención de usarla.
5. ¿La operativa se ajusta a las necesidades de la pareja?
Antes de contratar una cuenta es importante asegurarse de que suplirá las necesidades de la pareja. ¿Permite domiciliar recibos? ¿De qué cajeros se puede retirar efectivo gratis? ¿Deja enviar dinero por Bizum? Son preguntas que se deberían responder antes de firmar el contrato.
Por otra parte, no está de más comprobar qué operaciones se pueden realizar a través de la web o la app del banco y echar un vistazo a la opinión de otros clientes. Al fin y al cabo, para muchos consumidores, el principal canal para relacionarse con su entidad es la banca a distancia, por lo que conviene que sea útil de verdad. Y para gestionar las finanzas en pareja, es probable que los titulares recurran continuamente a la banca digital para revisar el saldo de la cuenta, los recibos pagados, etc.
