Según los datos aparecidos en el anuario de La Caixa, Gerona es la provincia española con mayor calidad de vida. Su índice de bienestar social alcanza la calificación 10 y supera a la media española en un 40%, gracias a los niveles de renta y educación, atención sanitaria, cultura y ocio, empleo, seguridad ciudadana y medioambiental de que disfrutan sus habitantes. En el extremo opuesto, los residentes en Cuenca, Lugo y Zamora se encuentran en una situación un 75% inferior a la media, a causa de su menor acceso a la instrucción, dotación de infraestructuras y oferta comercial, así como del menor equipamiento y vivienda de que disponen.
Navarra pierde el liderazgo que alcanzó el año anterior en el nuevo anuario social de La Caixa, presentado ayer en Madrid, y se coloca en una segunda posición, compartida con Baleares, Barcelona y Madrid. Aunque mantiene una excelente puntuación en renta, salud, servicios sanitarios, educación, cultura y ocio y empleo, la comunidad foral muestra las peores condiciones de trabajo de España y es el segundo peor territorio por su nivel de seguridad ciudadana.
La segunda edición de este trabajo ya procesa más de medio millón de datos de los 3.153 municipios que superan los 1.000 habitantes y en los que reside el 93% de la población. Se han incorporado 91 indicadores municipales nuevos y otros 41 provinciales.
La comparación de estos datos ratifica que Navarra, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa y Asturias (la cornisa, algo ampliada) tienen la mayor proporción de lectores de periódicos. También permite establecer nuevas relaciones, como la relación inversa entre la edad media de una población y la penetración del teléfono móvil. En Galicia y Castilla- La Mancha se da la menor proporción de celulares, y la más alta, en Baleares.
Diferencias.
Este año es posible conocer, además, el detalle de las características que permiten a una provincia escalar puestos en el indicador de bienestar social. Y es que ninguna de ellas es «buena en todo y para todo».
Así ocurre que Cuenca, en el más bajo rango de bienestar social tiene la mejor puntuación por sus condiciones de trabajo y convivencia y participación social. Los autores del informe han decidido separar en esta edición los indicadores de empleo (ocupación y actividad) de las condiciones de trabajo (incidencia del empleo precario, enfermedades y accidentes de trabajo) por entender que en sociedades avanzadas, como la española, «la población en edad de trabajar no sólo puede demandar un puesto de trabajo, sino también dignidad, seguridad y estabilidad en su ejercicio».
Ocupar un buen nivel en el ranking de bienestar también es compatible con otras disfunciones. Josep Vilarasau, presidente de La Caixa, puso de manifiesto en la presentación datos como el mal índice de salud que presentan Baleares y Cataluña, frente al liderazgo que en este indicador muestran provincias menos ricas, como Badajoz y Cantabria.
Pero no todas las condiciones analizadas tienen igual peso a la hora de medir el bienestar social. Por la escasa disparidad entre unas y otras provincias o por la menor concreción de ciertos datos, los indicadores de entorno y clima, salud y condiciones de trabajo son los que se toman en cuenta en menor medida, frente a la máxima importancia que se concede al nivel de renta y de instrucción, el acceso a la cultura y el ocio, la dotación de viviendas o equipamiento y el empleo.
