El Servicio de Inspección de Animales y Plantas de los Estados Unidos (APHIS, son sus siglas en inglés) ha elaborado un nuevo protocolo para la exportación de clementinas procedentes de España. El nuevo informe endurece las condiciones del comercio de estos cítricos y reduce el volumen de fruta que puede entrar en el país norteamericano.
El objetivo del nuevo protocolo, según el APHIS, es asegurar que la fruta que entra en EE.UU. cumple con los límites de residuos de pesticidas, no sólo verificándolo sino a través de un certificado que demuestre el cumplimiento de las actividades contra la mosca del Mediterráneo.
Los inspectores norteamericanos, que han remitido el informe al Ministerio de Agricultura español, creen que es necesario que las distintas administraciones autonómicas españolas realicen resúmenes mensuales sobre el sistema de control en campo de la población de mosca y sobre las actividades de control de la plaga.
Una de las exigencias que recoge el nuevo protocolo es que las cajas de los cítricos deberán estar marcadas con un sistema que permita conocer el exportador al que pertenece y el puerto desde el que embarcó la mercancía hasta el campo del que salió la fruta.
Cuando la mercancía haya llegado a su destino, será sometida a controles muy estrictos. Así, los técnicos del APHIS revisarán la preparación del programa y tomarán muestras de fruta en los puntos de inspección. Los envíos en los que se detecte larvas de mosca serán devueltos, aunque no se determina el nivel de infección permitido.
El texto, que debe servir para elaborar el protocolo de comercio entre España y EE.UU. y que sustituirá al que se aplica desde 1984, incluye también la revisión del tratamiento de frío para todos los productos y la necesidad de aumentar la cifra de sensores de temperatura en los tratamientos de frío a fin de evitar la contaminación con la mosca de la fruta.
