Neumólogos de Madrid piden que la Administración asuma a los fumadores como enfermos crónicos

El cáncer bronquial es la primera causa de muerte en España y la obstrucción respiratoria crónica la tercera
Por EROSKI Consumer 28 de marzo de 2003

Cada semana 1.000 personas mueren en España a causa del tabaco, lo que supone unas 56.000 muertes al año y lo que le sitúa por delante del sida y de los accidentes de tráfico. Los neumólogos insisten en que la Administración debe hacerse cargo del tratamiento de los fumadores como enfermos crónicos, dado que el cáncer bronquial es la primera causa de muerte en España y la obstrucción respiratoria crónica la tercera, según se puso de manifiesto ayer en el VIII Congreso de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid). El presidente de Neumomadrid, el doctor Carlos Jiménez Ruiz, destacó que los expertos mundiales consideran que la adicción a la nicotina es una enfermedad crónica, que puede ser tratada farmacológicamente con éxito. «Por ello es importante que los profesionales sanitarios se conciencien en tratar a los fumadores», dijo.

El doctor Jiménez insistió en la necesidad de que la Administración sanitaria y las aseguradoras privadas se hagan cargo de un tratamiento cuyo coste-beneficio «es más eficaz» que los subvencionados por la salud pública para la hipertensión o la hipercolesterolemia.

Las investigaciones actualmente están dirigidas a conocer el fondo genético de la adicción al tabaco. Según Carlos Jiménez, hay fumadores que responden satisfactoriamente a un tratamiento, mientras que otros no consiguen superar la adicción, por ello «se buscan marcadores genéticos» para determinar la terapia que tiene que ser aplicada.

La otra línea de investigación es la vacuna contra el tabaquismo, que ya ha superado la fase de experimentación en animales y está en prueba sobre humanos. La industria farmacéutica espera lanzarla al mercado en cuatro años.

Esta vacuna tendrá como objetivo inmunizar al individuo ante el tabaco y prevenir que el fumador recaiga en el hábito.»La vacuna está orientada en dos vías, una para actuar y bloquear la llegada de nicotina al cerebro y otra encargada de destruirla», dijo el doctor Jiménez.

En cualquier caso, mientras llega la vacuna, los expertos apuestan por el tratamiento personalizado para dejar de fumar. «El objetivo es lograr que el fumador personalice el tema para que aumente su grado de motivación y que no se vea como una víctima», afirma el doctor José Sala, jefe del Servicio de Neumología y de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital Central de Asturias (HCA). Esta terapia también incluye la utilización de chicles, parches de nicotina y comprimidos que ayudan al paciente a superar la abstinencia.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube