Confirman que la pridopidina podría mejorar el movimiento en enfermos con Huntington

El fármaco neutraliza los efectos derivados del exceso o la falta de dopamina en las áreas del cerebro que controlan esta función
Por EROSKI Consumer 9 de noviembre de 2011

La pridopidina, un fármaco desarrollado por NeuroSearch y registrado como «Huntexil», podría mejorar diversos tipos de síntomas motores asociados a la enfermedad de Huntington, según confirma un nuevo estudio desarrollado por Investigación en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación a través del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Este estudio, publicado en la revista «Lancelot Neurology», recoge las conclusiones de la fase III del ensayo MermaiHD, liderado por el doctor Justo García de Yébenes, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid e investigador del CIBERNED.

El medicamento está considerado como un estabilizador dopaminérgico, ya que neutraliza los efectos derivados del exceso o la falta de dopamina en las áreas del cerebro que controlan el movimiento y la coordinación, sin mostrar efectos secundarios. Podría así mejorar la akinesia, la distonía o los trastornos de motilidad ocular, sin mostrar efectos secundarios. «Este medicamento, considerado como un agonista parcial, neutraliza los efectos derivados del exceso o la falta de dopamina en las áreas del cerebro que controlan el movimiento y la coordinación. Hasta ahora, ningún otro compuesto había conseguido este espectro de síntomas», señalan.

La fase III del ensayo se ha centrado en evaluar el potencial y la seguridad de pridopidina como un posible tratamiento alternativo de los síntomas motores de la enfermedad de Huntington. Para ello, participaron en el estudio 437 pacientes de ocho países de la Unión Europea (UE), de los que unos 60 fueron españoles. Durante 26 semanas a estos voluntarios se les suministró 90 miligramos (mg) diarios del medicamento, 45 mg al día o placebo. Los efectos del medicamento se evaluaron con una escala motora modificada (mMS) diseñada para medir 10 síntomas relacionados con los movimientos voluntarios, incluidos en diferentes escalas internacionales de medida como la UHDRS (Unified Huntington’s Disease Rating Scale) y la TMS (Total Motor Score). Además de ambas escalas, también se analizó la función cognitiva de los pacientes, el comportamiento, la depresión y la ansiedad.

Tras seis meses de tratamiento, los pacientes que tomaron la dosis más alta de pridopidina mostraron una pequeña disminución en la escala mMS respecto a los voluntarios que tomaron placebo, lo que indicaba alguna mejoría del movimiento voluntario. No obstante, lo más significativo fue la mejora aportada por el tratamiento en toda la función motora, como movimiento de la mano, marcha y equilibrio, al comparar los resultados obtenidos por los pacientes a los que se les suministró la dosis más alta frente a los que tomaron placebo, según la escala UHDRS-TMS. Además, el ensayo también ha demostrado que en el caso de los pacientes que tomaron dosis mayores de pridopidina, que acudieron a todas las visitas del estudio y que completaron más del 70% del tratamiento farmacológico, mostraron beneficios significativos.

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