La leche materna de una alarmante cantidad de madres del noroeste de EE.UU. y las regiones vecinas de Canadá contiene toxinas procedentes de compuestos químicos muy usados como retardantes del fuego. Este descubrimiento supone «una grave preocupación sanitaria medioambiental», dijo Clark Williams-Derry, del instituto Northwest Environment Watch (NEW).
Un estudio, realizado conjuntamente por NEW y la Agencia de Protección Medioambiental de California, encontró niveles de PBDE -un común aislante e inhibidor del fuego- y PCB -un agente incombustible cancerígeno de estructura química parecida al PBDE- en la leche de 40 madres. La combinación de ambos químicos intensifica los efectos tóxicos.
Las madres del Estado de Oregón registraron los niveles más altos de PBDE. Respecto al PCB, las mujeres de Washington resultaron ser las más contaminadas.
Los científicos suponen que el PCB llega al cuerpo a través de la comida, particularmente del pescado, mientras el PBDE emite un polvo que luego es inhalado. Según el NEW, los estudios de laboratorio mostraron que este último compuesto puede afectar a la memoria y el aprendizaje, alterar el comportamiento y retardar el desarrollo sexual.