Sanidad ultima un acuerdo con la industria textil para unificar las tallas de ropa

Con ésta y otras medidas se pretende luchar contra los trastornos de la alimentación
Por EROSKI Consumer 29 de septiembre de 2006

El Ministerio de Sanidad y Consumo prevé cerrar un acuerdo con los principales fabricantes de ropa del país durante el primer semestre del año próximo para unificar las tallas y ofrecer una imagen física más saludable, alejada de la extrema delgadez. Se trata de una de las medidas con las que el Gobierno pretende luchar contra la anorexia y otros trastornos de la alimentación. Un problema cuya incidencia en España se ha incrementado en un 59% en los últimos siete años.

El pasado mes de abril, se dieron los primeros pasos al constituir un grupo de trabajo para estudiar cómo se podían unificar las tallas y favorecer modelos estéticos más cercanos a la realidad española.

Los maniquíes también se adaptarán a medidas más coherentes con el físico de la población española

En este tiempo se ha elaborado un estudio para conocer cuál es la talla más vendida por cada fabricante. Y se ha podido ver que las medidas entre una misma talla no difieren sólo entre los distintos fabricantes, sino entre los modelos de un mismo diseñador.

Sanidad entiende que haya determinados modelos de ropa o formas que se escapen a la norma, pero pretende que el 90% de la producción termine por unificarse en los próximos tres años. Entonces una talla 38 o 42 medirá lo mismo en todas las marcas. El cambio no se hará obligado por una ley, sino desde la autorregulación del sector.

Como las tallas, los maniquíes también se adaptarán a medidas más coherentes con el físico de la población española. Sanidad ha hecho especial hincapié en esta medida porque los maniquíes proyectan una imagen de delgadez que está a la vista de todos.

Sin comer

De acuerdo con esta apreciación, la modelo Mireia Verdú, primera dama de Miss España 2005, apoyó que la moda refleje una imagen de salud, no de extrema delgadez, porque se «estaba jugando con la ilusión de niñas muy jovencitas» y se había llegado al punto de «exigir tallas a las que sólo puedes llegar sin comer, o comiendo y vomitando».

Mireia Verdú y Janire Ibarra, Miss Talla Grande 2006, se mostraron de acuerdo en que la moda «no puede patrocinar la enfermedad». En su opinión, el canon extremadamente delgado había llegado a la moda española por la influencia de las grandes pasarelas internacionales, como París, Milán y Nueva York, a pesar de que «la sociedad no pide eso» y de que, en la realidad, «la talla 36 casi no existe y menos en chicas que miden 1,70».

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