La cantidad de sal que se consume en España duplica a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud

La ingesta de este condimento está detrás de uno de cada tres casos de hipertensión
Por EROSKI Consumer 14 de marzo de 2010

Los españoles consumen el doble de la sal recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo más preocupante es que este exceso está detrás de uno de cada tres casos de hipertensión, resaltó el jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínic de Barcelona, Antonio Coca, en el marco de la 15 reunión de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), que se ha celebrado estos días en Zaragoza.

La OMS estima que con cinco g diarios de sal es suficiente para mantener los valores de presión arterial en niveles aceptables (140/90 Hgmm) y, en consecuencia, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en España se consumen unos 10 g al día de media, cantidad sólo superada en la Unión Europea (UE) por Portugal. «Estudios recientes han demostrado la relación directa que existe entre la ingesta de sodio, incremento de los niveles de presión arterial tanto en personas hipertensas como en normotensas y mortalidad cardiovascular», explicó el doctor Coca.

La problemática se encuentra en que el 72% de la sal que consumen las personas proviene de los alimentos procesados, sobre todo de los congelados y refrigerados, mientras que el 20% restante procede del salero y cerca del 8% del sodio natural de los alimentos y los medicamentos, apuntó este médico. Entre los alimentos con más sal, el doctor citó los embutidos (26,2%), el pan (19%), el queso (6,7%) y los platos preparados (4,9%).

Controlar y reducir la cantidad de sodio en todos los alimentos, de manera especial en los preparados, precocinados, congelados, embutidos y conservas, es «un paso decisivo» para el que, a su juicio, no se puede dejar al margen a la industria alimentaria. Además, a la hora de hacer la compra se recomienda leer de manera detenida el etiquetado de los productos ya que, con frecuencia, la sal se «camufla» en forma de estabilizadores o conservantes como nitrito sódico, fosfato monosódico y, en general, todos los aditivos que llevan la palabra «sódico», detalló Coca.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube