Nuevas formas de consumo de tabaco: ¿evolución o una nueva trampa de adicción?

A pesar de que las nuevas formas de consumo de tabaco se presenten como alternativas modernas o menos dañinas, siguen siendo vehículos de adicción y riesgo
Por Fundación Lovexair 28 de junio de 2025
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En los últimos años, el consumo de tabaco ha experimentado una transformación profunda. Aunque los cigarrillos tradicionales siguen presentes, han surgido nuevas formas de consumo que, lejos de ser inofensivas, plantean serios retos para la salud pública y la regulación sanitaria. Estos productos, que incluyen vapeadores, tabaco calentado, bolsitas de nicotina y pipas de agua (shishas), se presentan como alternativas “modernas” o “menos dañinas”. Sin embargo, cada vez más estudios científicos y experiencia clínicos advierten que no son tan inocuos como parecen.

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Nuevas formas de consumo de tabaco y por qué preocupan

👉 Vapeadores o cigarrillos electrónicos: el nuevo rostro del tabaquismo juvenil

Los vapeadores son dispositivos que calientan un líquido —con o sin nicotina— para generar un aerosol que se inhala. Desde su aparición en 2003, han evolucionado hasta llegar a los modernos Pod Mods: cápsulas recargables, altas concentraciones de nicotina en forma de sales y más de 15.000 sabores. Algunos modelos incluso incorporan funciones como chat o reproducción de música.

Según un informe de la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud para Europa, el 32 % de los jóvenes de 15 años en España ha probado los vapeadores, frente al 15 % que ha fumado tabaco convencional. Entre los adolescentes de 13 años, el 16 % ya ha usado cigarrillos electrónicos, mientras que el 11 % ha probado cigarrillos tradicionales.

Aunque se promocionan como “menos dañinos”, los estudios muestran riesgos importantes de los vapers a tres niveles:

  • Respiratorio: bronquiolitis, EVALI (lesión pulmonar asociada al vapeo), neumonía, neumonitis y mayor riesgo de enfermedades como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
  • Cardiovascular: arritmias, hipertensión, anginas e infartos. Los usuarios habituales tienen casi el doble de probabilidades de sufrir un infarto que los no fumadores, según la Asociación Mundial del Corazón.
  • Oncológico: aunque aún no hay datos concluyentes en humanos, en animales se ha probado que pueden causar cáncer de pulmón e hígado.

Además, no está demostrado que los cigarrillos electrónicos ayuden a dejar de fumar. La evidencia científica actual no los respalda como herramientas eficaces para la cesación tabáquica.

👉 Tabaco calentado: ¿menos humo, mismo daño?

Estos dispositivos contienen tabaco que no se quema, sino que se calienta para liberar nicotina. Aunque generan menos humo, siguen liberando sustancias tóxicas como amoníaco, acetaldehído y formaldehído. Su uso mantiene la adicción y genera una falsa sensación de seguridad.

👉 Sticks de nicotina o productos herbales calentados

Similares al tabaco calentado, pero sin tabaco. Usan hierbas como el rooibos, mezcladas con nicotina y otros ingredientes. Aunque se presentan como “naturales”, su impacto en la salud aún no está bien estudiado y pueden contener compuestos irritantes o tóxicos.

👉 Bolsitas de nicotina (nicopouches)

Son pequeñas bolsas con nicotina en polvo, sabores y edulcorantes que se colocan entre la encía y el labio para su consumo. Aunque no contienen tabaco ni generan humo, pueden causar dependencia, problemas bucales e intoxicación por nicotina. Algunas contienen hasta 50 mg de nicotina, frente al 1 mg de un cigarrillo.

El uso de estas nicopouches ha crecido rápidamente entre adolescentes por su formato discreto y su sabor agradable. En algunos países europeos, se han detectado casos de intoxicación aguda por nicotina en menores de edad.

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Imagen: Shavel Ludmila – iStock

👉 Pipas de agua (shishas o hookahs)

Aunque tradicionales en algunas culturas, su uso recreativo ha crecido en bares y fiestas. Una sesión de shisha puede equivaler a fumar 10 y 20 cigarrillos. Además, compartir boquillas puede facilitar la transmisión de enfermedades como herpes, hepatitis o tuberculosis.

Percepción social y marketing: ¿por qué atraen tanto?

Uno de los factores que ha impulsado el auge de estas nuevas formas de consumo es la percepción errónea de que son menos dañinas que el tabaco tradicional.

Esta idea ha sido reforzada por campañas de marketing agresivas, que utilizan colores llamativos, sabores dulces y estrategias en redes sociales para atraer a los más jóvenes. El diseño moderno de los dispositivos, la posibilidad de usarlos discretamente y la falta de olor persistente han contribuido a su aceptación social.

Sin embargo, esta normalización del consumo de nicotina representa un riesgo, ya que puede actuar como puerta de entrada al tabaquismo convencional.

¿Cómo se regula el tabaco en España?

En la actualidad, en España el tabaco y sus derivados están regulados por:

Ambas normativas están siendo reformadas y se espera que las nuevas versiones se aprueben a finales de 2025. Las principales novedades incluirán:

  • Ampliación de espacios libres de humo (terrazas, campus, zonas de ocio…).
  • Regulación de puntos de venta y publicidad.
  • Empaquetado neutro para todos los productos.
  • Prohibición de sabores distintos al tabaco en cigarrillos electrónicos.
  • Limitación de nicotina en los pouches a 0,99 mg por bolsa.

Recomendaciones de salud pública sobre el tabaco

Para proteger la salud, en especial de las nuevas generaciones, se recomienda:

  • Educación desde edades tempranas sobre los riesgos reales.
  • Regulación estricta de la publicidad y venta.
  • Etiquetado claro y advertencias visibles.
  • Apoyo a programas eficaces para dejar de fumar.
  • Promoción de entornos libres de humo y aerosol.

Conclusión: no es una solución, es el mismo riesgo con otro nombre

Las nuevas formas de consumo de tabaco no son una solución, sino una evolución del problema. Aunque se presenten como alternativas modernas o menos dañinas, siguen siendo vehículos de adicción y riesgo. La clave está en la información, la prevención y el compromiso colectivo para proteger la salud de toda la ciudadanía, especialmente de los más jóvenes.

Si tienes dudas sobre este u otros temas relacionados con el tabaquismo y/o salud respiratoria, contacta con nosotros escribiéndonos a [email protected].

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