La organización ecologista Amigos de la Tierra ha criticado a la Comisión Europea por haber actuado demasiado tarde para atajar la entrada en la UE de mil toneladas de maíz y de diez kilos de semillas de la variedad modificada genéticamente BT-10, no autorizada en Europa.
«La respuesta de la Comisión Europea es muy pequeña y llega demasiado tarde. Durante diez días no han tomado ninguna medida, a pesar de que era públicamente conocido que un alimento no autorizado para el consumo humano había entrado en la cadena alimenticia europea», declaró Adrian Bebb, responsable del área de transgénicos de Amigos de la Tierra. «La Comisión debe ahora retomar el control y exigir que cualquier alimento ilegal sea retirado inmediatamente de la cadena alimentaria», añadió Bebb.
Bruselas ha pedido explicaciones a EE.UU. y a la compañía Syngenta por haber exportado a la UE mil toneladas de maíz y diez kilos de semillas de la variedad transgénica BT-10, no autorizada, y que al parecer fue confundido con el BT-11, que sí está permitido.
Las mil toneladas de maíz han entrado en la Unión desde 2001 a través de los canales de exportación del BT-11, mientras que los diez kilos de semillas se han exportado con fines de investigación a España y Francia.