La Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía ha aprobado una orden que regula la pesca del erizo y la anémona de mar en el litoral andaluz para asegurar su explotación sostenible. Esta regulación es la primera de estas características en España en cuanto a su especificidad y la única de Europa que regula la pesquería de la anémona.
La orden establece aspectos relativos a la ordenación y regulación del recurso tales como zonas de captura, talla, taras máximas de captura, jornada y horario de pesca, periodos de veda y condiciones de comercialización, así como los aspectos referidos a los tipos de licencias, requisitos de solicitud, modalidades de captura y número de licencias por provincia.
La época de veda del erizo se establece desde el 1 de mayo hasta el 31 de octubre de cada año; y la de la anémona entre los meses de enero y febrero. Las tallas mínimas están fijadas en 45 milímetros para el erizo de mar; 35 milímetros para el erizo negro; y 15 g para la anémona. Además, la tara máxima de captura será de 30 kilos por recolector y día para el erizo y de 12 kilos para la anémona.
Las modalidades de pesca que establece la orden son a pie, en apnea y con equipo de buceo. Asimismo, especifica los requisitos y el número de licencias distribuidas provincialmente. Así, en Almería se concederán 4 licencias para captura del erizo; en Cádiz, 30 licencias para ambas especies; y en Granada y Málaga, dos y seis licencias, respectivamente, también para las dos especies.
Gran auge
La pesca y posterior comercialización o distribución de erizos y anémonas de mar a través de establecimientos de restauración o mercados locales, son actividades que han cobrado gran auge en Andalucía en los últimos años. Este auge ha llevado a la realización de estudios de evaluación y cuantificación de las poblaciones para determinar el régimen de explotación adecuado de estos nuevos recursos.
Así, se ha desarrollado un estudio integral de estas especies en el litoral andaluz, con el objetivo de obtener una delimitación y cartografiado de las zonas de producción, cuantificar las poblaciones y determinar los parámetros biológicos fundamentales. De esta forma se ha podido conocer dónde esta el recurso, el volumen disponible y su evolución biológica para conseguir una explotación racional.
