Consejos para mejorar la alimentación de nuestros niños

Una buena dieta es clave para cuidar la salud de los pequeños y prevenir numerosas enfermedades durante su infancia y la vida adulta
Por Arantza González Arratibel, Asociación Contra el Cáncer – Sede Bizkaia 6 de agosto de 2019
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Imagen: oksun70

Sabemos que los alimentos que consumimos determinan en mayor o menor medida nuestro estado de salud. Pero no solo es importante conocer qué comer para prevenir ciertas enfermedades y llevar una alimentación saludable, también qué costumbres aprendidas debemos corregir para prevenir esos malos hábitos que tanto nos perjudican. Porque no lo olvides: una de nuestras responsabilidades como padres es establecer unas pautas saludables que resultarán vitales para el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos. A continuación te ayudamos en esa tarea con varias ideas para los desayunos y las comidas.

Cómo convertir el desayuno en el mejor modo de iniciar el día

El desayuno es la primera comida del día. Sin embargo, las prisas o el poco de apetito nada más levantarnos hacen que a veces nos saltemos esta ingesta. En los niños, que no siempre tienen la posibilidad de desayunar sano más tarde, este comportamiento afecta de manera negativa al rendimiento escolar e, incluso, puede ser el origen de enfermedades como la obesidad infantil, dolencias cardiovasculares y mayor riesgo de padecer determinados tipos de cáncer en la edad adulta.

Por ello, estos son aspectos importantes que debes tener en cuenta para fomentar un adecuado hábito durante el desayuno:

  • Es importante dedicarle atención y tiempo al desayuno. Intenta reservarle al menos 15 minutos antes de salir de casa. Procurar hacerlo sentados y en una situación lo más apaciguada posible.
  • Si es posible, actúa como modelo y desayuna con tus hijos. Los niños tienden a imitar las conductas de sus cuidadores. Recuerda que desayunar sano es tan importante para los pequeños como para los adultos.
  • Elige alimentos saludables y apetecibles para ellos; así será más fácil que los coman.
  • Cuida el aspecto y la presentación de los alimentos. Si dispones de recipientes divertidos para los niños, úsalos para el desayuno. La comida les resultará más atractiva.
  • Premia sus buenas conductas, sobre todo las que supongan un esfuerzo para ellos. Es suficiente con mostrar entusiasmo y alegría ante los logros. Palabras como «¡Qué bien, Marta!» o una muestra de afecto pueden provocar un gran efecto en la educación.
  • Si tus hijos no se terminan todo el desayuno, pueden llevarse los alimentos que no se hayan acabado al colegio.
  • Cuando el niño se resista a desayunar, no hay que forzarlo a que se tome los alimentos. Es importante evitar los castigos para que el desayuno no resulte una situación desagradable. Las personas responden mejor a estímulos positivos.

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Cómo hacer que tus hijos coman fruta y verduras

Un hecho que también preocupa a los expertos de la salud es el descenso del consumo de frutas y verduras entre la población, en especial entre los más pequeños. Más cuando la fruta y la verdura suponen un seguro para la salud, ya que aportan una gran cantidad de beneficios, entre ellos el aporte necesario de vitaminas, minerales y fibra.

Por tanto, asegúrate de cumplir con la recomendación diaria de tomar 3 o más piezas de fruta al día y 2 porciones o más de verduras (preferiblemente fresca y variada). Estas recomendaciones te ayudarán a conseguirlo:

  • Presenta la fruta y verdura de forma apetecible. Limpiarla, cortarla, colocarla de forma divertida, presentarla en diferentes formatos (fresca, en compota, en puré, asada…).
  • La verdura puede ser el acompañante perfecto de un plato de carne o pescado. De esta forma, puede resultar más apetitoso.
  • La verdura también puede prepararse con otros alimentos más sabrosos que la condimenten.
  • Ofrece a tus hijos verdura y fruta variada, de diferentes colores. Si desde pequeños acostumbran su paladar a diferentes sabores, es más probable que cuando sean adultos consuman alimentos variados.
  • Las características de la mayoría de las frutas (individuales, no requieren de recipiente, ni de condiciones físicas especiales) permiten su consumo en un gran número de situaciones. Anima a tus hijos a que se lleven fruta al colegio como tentempié de media mañana.
  • Uno de los aportes importantes de la fruta es la glucosa. Por este motivo, se convierte en un buen complemento para las meriendas.
  • Incluye en todas las comidas una porción de verdura: como acompañante del plato principal, como entrante en una ensalada, como un ingrediente más de un plato de pasta o de un asado, en una pizza, etc.
  • Si los niños no tienen mucha hambre durante la comida, no permitas que el alimento que siempre se dejen sea la verdura o fruta y solo se coman lo que más les gusta.
  • Explícales que la verdura o fruta son alimentos importantes para crecer y estar sanos.
  • Felicítales por las buenas conductas, por ejemplo, cuando se coman toda la verdura y la fruta. Con una sencilla muestra de afecto o alegría será suficiente.
  • Intenta que la ingesta de fruta y verdura no se convierta en una situación desagradable. Evita los castigos y peleas. Te aconsejamos una buena dosis de paciencia y constancia para conseguir tus objetivos.
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Imagen: Pixabay

Otros consejos para tener en cuenta durante las comidas

  • Establece un horario regular para las comidas. Enseña a tus hijos a comer habitualmente a unas horas estipuladas. Si piden algo entre horas, ofréceles alternativas saludables (como un poco de fruta). Esto será más fácil si no hay opciones insanas en casa.
  • Evita premiar o castigar con comida. No recurras a la comida como elemento de premio o de castigo, ya que se tenderá a ingerir aquellos alimentos más gratificantes, que normalmente son más calóricos y poco saludables.
  • Evita ver la televisión mientras se come. Cuando esto sucede, se atiende más al programa de la televisión que a lo que comemos y a las señales de saciedad que envía el cuerpo, provocando que comamos más.
  • Recuerda que el principal objetivo de comer es alimentarse. A veces la comida se convierte en un recurso social, para entretenernos o camuflar un estado emocional. Es importante que enseñes a tus hijos a superar momentos como el aburrimiento sin recurrir a la comida. Si actuamos como modelo aceptando el aburrimiento como algo natural y buscando otras alternativas como el ocio activo, ayudarás a que los niños adquieran autocontrol y que no recurran al alimento para entretenerse.
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