Cuatro de cada diez europeos desconocen los cultivos y la comida modificada genéticamente y a un cuarto de ellos le preocupa la posibilidad de que la utilización de estos productos en la agricultura afecte al medio ambiente, según revela una encuesta encargada por la Comisión Europea.
«En temas medioambientales específicos, los ciudadanos europeos tienen la clara sensación de no tener información relativa a nuevos usos como (…) el de organismos modificados genéticamente en la agricultura», señala la encuesta, realizada a finales de 2004 a partir de 25.000 entrevistas a personas residentes en los 25 países miembros de la Unión Europea (UE).
Los mayores porcentajes de preocupación por los efectos en el medio ambiente de los transgénicos proceden de Grecia y Austria, ambos con un 43%. En cambio, Malta es el país que menos preocupación muestra, con sólo un 12%, precedida de Finlandia, con un 14% .
Para Eric Gall, miembro de la unidad europea de Greenpeace Internacional, los resultados de la encuesta ponen de manifiesto que «la obstinación de la Comisión de forzar la introducción de productos transgénicos en el mercado y en los cultivos es mayoritariamente condenada por la población de la UE».
Actualmente, en la Unión sólo existen unos pocos cultivos transgénicos, la mayoría de maíz, que se modifican para que sean resistentes a los insectos y a otras plagas, así como a los herbicidas.