El consumo de alimentos ecológicos en España no supera el 1%, a pesar de que es el tercer productor europeo

El Salón del Club de Gourmets dedica un pabellón específico a este tipo de productos para impulsar al sector
Por EROSKI Consumer 22 de abril de 2004

El XVIII Salón Internacional del Club de Gourmets, que concluye hoy en Madrid, se está volcando en la promoción de los productos ecológicos. EcoGourmets, un pabellón específico que reúne a medio centenar de empresas con más de mil productos ecológicos en el mercado, pretende impulsar al sector de los alimentos «verdes» para que se gane la confianza de los consumidores españoles.

«Los productos ecológicos son una garantía de alimentación sana», subraya Clodoaldo Garzón, desde la gerencia de Sierralact Huelva, cuyo queso ecológico de cabra ha sido seleccionado entre los diez mejores que concurren al Salón. «La mayor ventaja es la salud», coincide Amparo Durbán, de la empresa valenciana Bernardo Josa, que lleva más de 25 años vendiendo en Europa frutas y verduras secas que «no llevan colorantes ni conservantes» y están «avaladas oficialmente con su certificación ecológica».

Productos naturales

Lo que define a un alimento ecológico es su procedencia de la agricultura ecológica -que incluye a la ganadería- ya sea como producto fresco o como artículo elaborado o transformado a partir del mismo. Su fundamento clave es la exclusión de elementos químicos como fertilizantes, plaguicidas o antibióticos, con el propósito de conservar el medio ambiente y favorecer la fertilidad del suelo, para que sus frutos broten con todas sus propiedades naturales. Tampoco se utilizan variedades genéticamente modificadas.

Pero más allá de su regulación legal -la normativa europea sobre agricultura ecológica de 1991 tuvo su reflejo español en 1993 y ha dado lugar a organismos autonómicos de control-, la apuesta por los alimentos ecológicos es toda una filosofía. Garzón habla de una «reacción ante la agresividad cuantitativa en la producción alimenticia que degrada la calidad». Alfons Cortés, técnico del Consejo Balear de la Producción Agraria Ecológica, los diferencia de la «ganadería intensiva de pollos y hamburguesas baratas que funciona como una fábrica». Y Luis Martín, gerente de la compañía segoviana de embutidos ecológicos Biobardales, aboga por «retomar lo mejor de las fórmulas antiguas» para «dar el salto del producto artesano de calidad al de certificación ecológica».

Poco conocimiento

En España, el problema de fondo es el escaso conocimiento del alimento ecológico. «La comercialización falla por el consumo, que ronda el 1%, cuando en Europa hay países con el 10%-15%», apunta Martín, antes de recordar que «somos el tercer país productor, pero se exporta el 90%». Por eso, añade Luis Bayón, director técnico del Comité de Agricultura Ecológica de Madrid, a la «necesidad de campañas de información» hay que añadir el reto de «romper la inercia» de que «como no hay demanda del producto, no lo oferto».

En el propio sector no faltan sugerencias para impulsar el consumo de productos «verdes». Empezando por la información, que Amparo Durbán recomienda «meter por la televisión, que es lo único que ve el ama de casa, en general», y siguiendo por la «creación de hábitos de consumo desde niños», no sólo con «frutas en vez de chuches que favorecen la obesidad y el colesterol», sino desde la primera infancia. Hay países, recuerda Martín, en los que «las leches maternas y los potitos tienen que ser ecológicos».

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