Ayer se presentó en Roma el informe «Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas», elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que se aconseja un mayor consumo de frutas y hortalizas y uno más reducido de azúcar, sal y grasas animales. Según estos organismos, una dieta saludable acompañada de ejercicio físico moderado ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y la obesidad.
«Desde hace mucho tiempo se sabe que los alimentos con abundantes grasas saturadas, azúcar y sal hacen daño; que en todo el mundo está aumentando el consumo de alimentos con gran aporte energético y poco nutritivos, a la vez que la vida se hace más sedentaria», aseguró la directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, en la presentación del informe.
Añadió que problemas como las cardiopatías, diabetes, cáncer y obesidad, que cada año causan la muerte de cerca de 30 millones de personas en el mundo, «ya no son exclusivos de los países ricos», al cambiar las pautas alimenticias en los países en desarrollo, como La India o China. Ello afecta especialmente a los habitantes de las grandes ciudades, donde la gente es más propensa a ingerir alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y carbohidratos refinados, origen además de numerosas enfermedades dentales.
Este estudio, producto de dos años de trabajo de expertos independientes, recomienda un consumo mínimo diario de 400 g de fruta y hortalizas, mientras que la sal, que debe estar yodada, se debería limitar a menos de 5 g diarios. También se sugiere que sean los carbohidratos los responsables de proporcionar el grueso de las necesidades energéticas, entre el 55 y 75% del total consumido diariamente, mientras que el azúcar no debería aportar más del 10%.
Asimismo, aconseja que el aporte de grasas no supere un segmento de entre el 15 y 30% de la ingesta de energía, y de ésta menos del 10% debe proceder del consumo de grasas saturadas. En cuanto a la ingesta recomendada de proteínas, lo aconsejable es que oscile entre el 10 y el 15% del total de la dieta diaria, siendo preferibles las procedentes del pescado.
Finalmente, el estudio reconoce que las necesidades energéticas de cada persona, para mantener un peso saludable, están en función de su actividad física. Los expertos recomiendan una hora al día de actividad física moderada, como caminar.