Los productores extremeños de ibérico denuncian la competencia desleal de algunas explotaciones

Afirman que zonas sin tradición se han lanzado a la producción de porcino ibérico con un alto grado de cruce
Por EROSKI Consumer 30 de abril de 2002

Los productores extremeños de cerdo ibérico han denunciado la competencia desleal que ejercen algunas explotaciones situadas fuera de las zonas tradicionales de cría de este animal, que se han lanzado a la producción con un alto grado de cruce entre los animales, pero que venden sus productos bajo la etiqueta genérica de «ibérico».

Según un informe realizado por José María Gómez Nieves, veterinario y ex-presidente del Colegio de Badajoz, y Rafael Palomares, veterinario del Ministerio de Agricultura, zonas de Aragón, Cataluña o Murcia, en donde la producción de ibérico era inexistente, han aprovechado la demanda de estos productos para subirse al carro, provocando una sobreoferta y una merma de calidad.

En el caso de Murcia, el informe indica que el censo de ibérico se ha multiplicado por diez, gracias a la cría en régimen intensivo y al sacrificio de animales con poca edad. Estos dos factores suponen un gran abaratamiento de los costes, con el que no pueden competir los ganaderos extremeños, que han visto como los precios caían en los últimos tres años, situándose, incluso, por debajo de lo que se paga por el cerdo blanco, de una calidad muy inferior.

Ante esta situación, los autores del informe alertan de la posibilidad de que el consumidor distorsione la imagen que tiene de la etiqueta «ibérico», y de un incremento descomunal de la producción, que puede llevar a las industrias transformadoras a abandonar las zonas ligadas al encinar para ubicarse en otras de mayor renta y población.

Por su parte, la secretaria técnica de la Asociación de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber), Elena Diéguez, señaló que el problema es la competencia en cuanto a costes, porque en calidad no existe tal competencia.

No obstante, reconoció que el perjuicio para los criadores de ibérico puro es muy grande, ya que las imitaciones tienen un coste muy bajo y se venden a un precio un poco más barato que el auténtico. Además, se está engañando al consumidor que no sabe si el animal se crió en extensivo o intensivo, añadió.

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