Picantones rellenos

Ponemos a remojo las ciruelas secas sin hueso con el vino blanco templado durante 1 hora. Limpiamos por dentro y por fuera los picantones, quitamos los huesos de debajo de la pechuga, sin romper el picantón, salpimentamos por dentro y reservamos. Si vemos que no somos capaces de quitar los huesos sin abrir la parte de la pechuga, no pasa nada, abrimos con un cuchillo por la parte de la pechuga, quitamos los huesos y luego, cuando hayamos rellenado, cosemos o atamos con hilo bramante especial para asados, la parte que hemos abierto.

Por otro lado, vamos picando muy finamente la cebolla, el tomate, el diente de ajo y sofreímos con una cucharada de aceite de oliva a fuego suave con una pizca de sal. Cuando esté medio cocinado, agregamos el bacon muy finamente picado. Cocinamos durante 10 minutos más y agregamos las ciruelas troceadas muy pequeñas junto con el vino blanco, rehogamos de nuevo y, cuando se haya evaporado el alcohol, retiramos del fuego y esperamos a que se enfríe este sofrito. Una vez frío, escurrimos del aceite y grasa (que desecharemos) y mezclamos el sofrito con el paté. Con esta pasta rellenamos los picantones y cerramos la parte trasera por donde hemos rellenado con media patata pelada.

Calentamos el horno a 200ºC durante 10 minutos. En una placa de horno colocamos los picantones rellenos embadurnados con aceite de oliva, sal y pimienta por el exterior. Asamos durante 45 minutos. Una vez asados, sacamos los picantones y los dejamos reposar durante 10 minutos antes de servir. Con el jugo que haya quedado agarrado en placa de horno y con algo de tomillo fresco ponemos en el fuego la placa del asado. Añadimos medio vaso de vino y, una vez que hayamos obtenido los jugos de la placa del asado, agregamos un vaso de caldo de ave y una cucharada de maicena. Colocamos esta salsa en un cazo y dejamos que hierva y se reduzca. Ponemos a punto de sal y ¡lista! Servimos los picantones regados con la salsa del asado y acompañamos con unas patatas asadas o bien con una ensalada.