Muchas veces intentamos montar las claras de huevo a punto de nieve, pero a veces el resultado no es del todo satisfactorio.
Eso se produce por varios motivos, uno de ellos puede ser que el recipiente y las claras de huevo tienen diferente temperatura o también puede deberse a que no hemos batido demasiado fuerte las claras.
Para hacerlo bien hay varios trucos: Utilizar unas gotas de limón, o unas gotas de vinagre, aunque el mejor sistema sin duda es añadir una pizca de sal.
Siguiendo alguno de estos consejos, las claras siempre se montarán fácilmente.