Refrescarse con frutas

Un modo delicioso de aumentar la ingesta de líquidos durante el verano
Por EROSKI Consumer 14 de junio de 2005

La temporada estival trae consigo elevadas temperaturas y un aumento del riesgo de deshidratación sobre todo en los niños, por lo que es importante asegurarse de que ingieren una cantidad suficiente de líquidos para mantener un correcto estado de hidratación.

Agua y más

El agua es la bebida más eficaz para calmar la sed y refrescarse. Es importante beberla siempre que se tenga sed para evitar llegar a un estado de deshidratación. Sin embargo, los niños suelen ser reacios a consumir la cantidad de agua que necesitan, por lo que hay que ingeniárselas para conseguirlo.

Una solución puede ser ofrecerles frutas, alimentos con un bajo contenido calórico debido a su elevado aporte de agua que supera el 80 % de su composición. Además las frutas contienen una gran cantidad de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, sustancias que regulan todos los procesos que tienen lugar en el cuerpo, y que por tanto, son indispensables para el buen funcionamiento del organismo.

¿Cómo ofrecérsela?

Por lo general los niños no incluyen las frutas dentro de sus alimentos favoritos. Por ello es importante aprovechar el colorido, aroma y sabor que poseen las frutas de verano para animarles a su consumo. Resulta útil ofrecer a los niños las frutas con diferentes presentaciones ya que si no es fácil que se aburran y dejen de tomarlas.

Además de poder consumir las frutas enteras, es posible cortarlas en pequeños trozos y mezclarlas con otras frutas. De este modo se obtendrá una macedonia con llamativos y apetecibles colores que va a conseguir al menos llamar la atención de los pequeños.

En vez de elaborar una macedonia, también es posible preparar una brocheta de frutas, un plato que se prepara en un momento y al que seguramente los pequeños no se podrán resistir. Estos platos se pueden hacer aun más apetecibles si se ofrecen junto a yogur o queso fresco, ya que van a aportar un toque de color y sabor que suele ser del agrado de los pequeños. Además de este modo el plato se enriquece desde el punto de vista nutricional, ya que tanto el yogur como el queso van aportar proteínas de buena calidad y minerales tan importantes como el calcio.

En algunos casos suele resultar más sencillo ofrecerles la fruta en forma de zumo, ya que de esta manera es más cómodo para ellos y la toman en un momento. En zumo la fruta aporta toda su agua, por lo que sería un buen modo de refrescar a los niños, pero por contra se pierde la mayor parte de la fibra. A estos zumos se les puede añadir un poco de leche y transformarlos en deliciosos batidos, que van a aportar todos los nutrientes de la fruta junto a los de la leche.

Con un poco de imaginación se pueden crear platos de frutas muy fáciles de preparar y refrescantes, que además de aportar a los niños una buena de cantidad de agua, van a conseguir que se acostumbren a consumir frutas de forma habitual haciendo su dieta mucho más variada, sana y equilibrada.

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