La harina de maíz, el nombre como conocemos popularmente la harina de maíz comercial, es muy fina de sabor muy característico que se atenúa si se deja hervir lo suficiente
¿Cómo se utiliza?
La harina de maíz se emplea como método de ligazón. Para ello hay que disolverla en un líquido frío que puede ser agua, leche, vino, caldo de verdura, de carne… dependiendo de lo que se vaya a ligar.
A la hora de hacer esta disolución, hay que tener en cuenta que siempre se ha de echar el líquido sobre la harina de maíz y no al revés. Una vez que la harina de maíz está diluida, es importante que el líquido que se vaya a ligar esté hirviendo. En ese momento se comienza a añadir la harina de maíz diluida en el líquido hiviendo a la vez que se mezcla con una varilla.
A medida que la mezcla hierve, la salsa se va haciendo más espesa. Dependiendo de la cantidad de harina de maíz diluida que se añada, se obtendrá un salsa más o menos consistente, lista para dar un toque de sabor y color a cualquier plato.
