Verduras contra los problemas respiratorios

La naturaleza ofrece variedad de plantas cuyos principios activos se incluyen en los fármacos utilizados en el tratamiento de muchas afecciones respiratorias
Por EROSKI Consumer 20 de enero de 2005

Durante los meses de invierno, dada las bajas temperaturas que hace en la calle, el aire frío y la lluvia, así como los cambios de temperatura entre el interior y el exterior, son muy frecuentes los trastornos respiratorios, que pueden ir desde un simple resfriado a una infección más grave de pulmones o bronquios. La naturaleza ofrece variedad de plantas cuyos principios activos se incluyen en los fármacos utilizados en el tratamiento de muchas afecciones respiratorias. Se trata de la miel, el propoleo, la equinácea, el tomillo, etc. También, dentro de las múltiples y variadas propiedades que ejercen las verduras y hortalizas sobre nuestro organismo están los beneficios de algunas de ellas, propias de los meses de invierno, para tratar diversas dolencias que afectan al tracto respiratorio, como bronquitis, faringitis, congestión, tos, etc.

Contra la tos y la mucosidad Ciertas verduras, por su particular composición química, destacan por sus propiedades antitusígenas, es decir, alivian la tos, el síntoma más común de las enfermedades del aparato respiratorio; y mucolíticas, trabajan contra la mucosidad pues la ablandan y favorecen su expulsión.

La cebolla. Es rica en compuestos azufrados que forman parte del aceite esencial, el cual le confiere su sabor picante característico, y actúa sobre las vías respiratorias por sus propiedades expectorantes y mucolíticas, lo que resulta beneficioso en caso de afecciones respiratorias como catarros y bronquitis. En la cebolla, también están presentes un tipo de compuestos azufrados, en concreto los tiosulfinatos, que cumplen una acción antiasmática y antiinflamatoria. Para aprovechar al máximo su poder curativo se aconseja consumirla cruda, o simplemente inhalar su esencia.

El rábano y el berro. Al igual que la cebolla, contienen una esencia sulfurada de sabor ligeramente picante que facilita la eliminación del exceso de mucosidad bronquial.

El ajo. Crudo tiene propiedades antisépticas, bactericidas y depurativas. Ayuda a combatir un buen número de bacterias y virus, responsables de muchos de los trastornos respiratorios. También se caracteriza por la capacidad de aumentar las secreciones bronquiales, por lo que se le atribuyen propiedades expectorantes y desinfectantes; muy útiles en el tratamiento de las congestiones y en las infecciones respiratorias como los catarros o resfriados. Se elimina por vía respiratoria con el aliento, por lo que actúa a los pocos minutos de ingerirlo.

La borraja. En esta verdura abundan los mucílagos, un tipo de fibra con acción emoliente, por lo que su consumo está especialmente recomendado en caso de n infecciones respiratorias de las vías altas como resfriados y catarros, ya que suaviza las mucosas, facilita la expectoración y aumenta la transpiración o producción de calor (acción sudorífica). Por ello está indicada como depurativo en enfermedades infecciosas y febriles (sarampión, varicela) y de las vías respiratorias (tos, resfriado, gripe, bronquitis, faringitis). La acción sudorífica es más intensa si se usan sus flores para preparar una infusión.

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