Las verduras cotidianas con más agua
Un listado con las verduras más refrescantes del verano, sus propiedades nutricionales y recetas para prepararlas en casa
- Autor: Por Laura Caorsi / Eroski Consumer
- Fecha de publicación: lunes 27 julio de 2015

En verano, sobre todo en los días más calurosos, se insiste en la necesidad de estar bien hidratados. Para ello, el agua debe ser la primera opción, muy por delante de zumos, helados o refrescos, que contienen demasiado azúcar. Pero, además de la bebida, hay otra manera saludable de aportar agua al organismo. Algunos alimentos, como las frutas y las verduras frescas, no solo son bajos en calorías, sino que presentan grandes cantidades de agua. En este artículo se enumeran las verduras cotidianas que contienen más cantidad de agua para incluirlas en diversos platos.
Verduras ricas, frescas ¡y con mucha agua!
En los meses de verano -en especial, cuando hay ola de calor- es muy importante vigilar lo que se come y bebe. Evitar los alimentos que dan sed, protegerse del sol y mantenerse hidratado son pasos clave para evitar disgustos en las horas sofocantes, sobre todo si en casa hay ancianos o niños, los dos grupos de población más vulnerables a los golpes de calor.
Una manera muy práctica (y sabrosa) de mantener el organismo hidratado es cederle todo el protagonismo a las frutas y las verduras frescas en las diferentes comidas del día. Este consejo vale para todo el año, aunque el verano es un buen momento para empezar. Según la base de datos del Departamento de Agricultura de EE.UU., las verduras cotidianas que contienen más cantidad de agua son:
-
Imagen: CONSUMER EROSKI - Lechuga. Con casi un 96% de agua, la lechuga es un vegetal que se puede consumir durante todo el año, aunque las variedades de temporada son más sabrosas que las de cultivo en invernadero. Si se compra una lechuga de tipo iceberg o romana, conviene elegir la que tenga hojas tiernas pero firmes. En la lechuga, además del agua, destaca la presencia de folatos, provitamina A o beta-caroteno y vitaminas C y E. La lechuga romana cultivada al aire libre es la variedad más rica en vitaminas, mientras que la iceberg es la que menor cantidad de vitamina C tiene. Por su riqueza en fibra produce una gran sensación de saciedad después de haberla comido, además de un suave efecto laxante. Recetas con lechuga.
-
Imagen: CONSUMER EROSKI - Apio. Durante los meses de primavera y otoño, el apio está de temporada, aunque se puede hallar en el mercado todo el año. Si bien no es una fuente importante de energía, su consumo resulta saludable y refrescante por su contenido en agua (que supera el 95%), sales minerales y diversas vitaminas. Su riqueza mineral se refleja en la abundancia de potasio en su composición, así como en cantidades notables de sodio y discretas de calcio, magnesio y zinc. El potasio, muy presente en el apio, es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Recetas con apio.
-
Imagen: CONSUMER EROSKI - Espinacas. La riqueza en vitaminas y minerales de las espinacas sobrepasa a la de la mayoría de las verduras. Presentan cantidades elevadas de provitamina A y de vitaminas C y E, todas ellas de acción antioxidante. Con más del 94% de agua, es muy buena fuente de vitaminas del grupo B. Las espinacas destacan por el calcio, hierro, magnesio, potasio y sodio que poseen, además de por aportar también considerables cantidades de fósforo y yodo. De su contenido de sustancias antioxidantes, las espinacas son ricas en glutation, ácido ferúlico, ácido cafeico, ácido beta-cumárico y carotenoides como la luteína y la zeaxantina. Estos últimos son compuestos muy importantes para la salud de los ojos. El consumo de espinacas puede resultar muy útil para quienes padecen problemas oculares, como fotofobia, sequedad ocular o ceguera nocturna. Recetas con espinacas.