Juegos para el baño del bebé de 6 a 15 meses

Juguetes de plástico, como rompecabezas, bloques y libros, o hasta la espuma del jabón ayudan a hacer del baño un momento muy agradable para los niños de esta edad
Por Cristian Vázquez 20 de julio de 2015
Img pato bano bb hd
Imagen: alexsol

A partir de los seis meses, el bebé adquiere mucha más movilidad y autonomía, lo que permite añadir nuevos juegos a los que el niño ya jugaba en el momento del baño. Puzles, libros, canciones y juegos con espuma son algunas de las opciones más divertidas para hacer más ameno y entretenido el rato que el pequeño pasa en la bañera. Además, si en esta etapa ya se le asea en la bañera de los mayores, se pueden aprovechar los juegos incluidos en los asientos de baño, unas sillitas diseñadas para que el bebé esté sentado.

El baño del bebé, un buen momento para jugar

Entre los 6 y 15 meses de vida, los bebés experimentan numerosos cambios. Durante este periodo ya se sientan solos, comienzan a gatear, se ponen de pie y dan sus primeros pasos, sujetos a los muebles o a las paredes. Todo esto obliga también a extremar los cuidados para el momento del baño, pues tener más movilidad y autonomía también les hace más proclives a caerse o protagonizar algún accidente.

Los juegos para el baño durante el primer semestre de vida del niño, como los juegos con pompas de jabón, con muñecos o con recipientes, siguen dando resultado en esta etapa. Pero también se pueden incorporar otros juguetes y actividades. A continuación se enumeran algunos.

1. Puzles

Los rompecabezas fabricados con plástico, goma u otros materiales resistentes al agua son muy divertidos para el baño del bebé. En esta misma categoría se encuentran los juegos de encastres y bloques de construcción. Fuera del agua a los niños les gusta apilarlos y luego derribar las «edificaciones». En el agua, disfrutarán al verlos flotar junto a él o al perderlos de vista bajo la espuma.

2. Espuma

La espuma ofrece muchas posibilidades de diversión para los más pequeños. Lo más simple es que el bebé quiera manipularla y descubra cómo se deshace entre sus dedos: es parte de su exploración y conocimiento del mundo que le rodea. Pero además hay muchas otras variantes, como la ya citada de los objetos que quedan ocultos bajo la espuma o la de inventar barbas de espuma, tanto para el niño como para el adulto que esté con él. Al bebé le hará mucha ilusión ver a su madre o padre con gran barba blanca o verse a sí mismo, si cuenta con un espejo (que debe ser irrompible y con marco de plástico).

3. Libros

Existen libros resistentes al agua, que son una gran posibilidad para los pequeños a los que les gusta mucho que les cuenten historias. Los libros para niños de 6 a 15 meses en general priorizan los aspectos visuales y táctiles, es decir, tienen muchos colores y diferentes texturas para que el menor pueda experimentar.

La rutina del baño puede incorporar el relato de una historia por parte de sus padres, al igual que el de antes de irse a dormir. Además del entretenimiento, los cuentos permiten introducir enseñanzas, que pueden servir para temas tan variados como que el pequeño pierda sus miedos, aprenda a obedecer, deje el pañal, etc.

4. Canciones

Para divertirse con los niños, las canciones siempre son un buen recurso. Y, al igual que los cuentos, a menudo sirven para inculcar buenos consejos. En Internet se pueden encontrar muchos temas musicales interesantes para el momento del baño. Pero también se pueden inventar canciones, cambiando la letra de otras conocidas o creando algún ritmo especial que se convierta en la banda sonora para los baños del bebé.

¡En la bañera de los mayores!

En este mismo periodo que va desde los 6 hasta los 15 meses de edad ya es posible (aunque no imprescindible) realizar el cambio del baño del bebé de su bañera pequeña a la del resto de la familia. Esta mudanza puede austar al niño, ya que de pronto se verá en un espacio mucho mayor a lo que está acostumbrado. Por eso, hay que acompañarlo para que se sienta a gusto hasta que se habitúe al nuevo lugar.

Existen los llamados asientos de baño, unas sillitas diseñadas de forma especial para que el bebé esté sentado dentro de la bañera de los mayores. Estos asientos son de plástico e incluyen, en la parte delantera, una estructura en la que el pequeño puede apoyar sus manos. Por lo general, esa estructura tiene piezas como botones de colores, móviles, sonajeros, etc., que constituyen nuevos juegos para el baño.

Este asiento permite al adulto tener las dos manos libres, ya que no debe sostener al bebé todo el tiempo con una de ellas. Pero esto no quiere decir que se pueda relajar la atención sobre el niño: hay que estar pendiente de él en todo momento, ya que cualquier descuido puede derivar en un accidente. Como el pequeño está sobre el asiento, el nivel de agua debe ser superior, lo que hace que, si se cayera, el riesgo de ahogamiento sería más grande. Además, cualquier resbalón puede significar un golpe muy doloroso para él.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube