La depresión durante el embarazo no es un problema exclusivo de las mujeres. También muchos hombres padecen depresión en este periodo, en particular cuando se trata de su primer hijo, y lo sufren en múltiples ámbitos de su vida: desde el estado de ánimo y la calidad del sueño hasta la actividad física, cuestiones financieras y las relaciones sexuales. Este artículo repasa los resultados de varios estudios sobre la depresión en los hombres cuando están a punto de convertirse en padres, además de sus síntomas, consecuencias y riesgos, tanto en hombres como en mujeres durante la gestación.
Síntomas de la depresión masculina en los futuros padres
Cuando se habla de la depresión durante el embarazo, lo más corriente es pensar en la mujer que ha de ser madre. Sin embargo, es un fenómeno que también afecta a muchos hombres, en particular antes del nacimiento de su primer hijo, es decir, cuando están a punto de convertirse en padres. En los últimos años, varios estudios han comprobado que, a diferencia de lo que se pensaba hasta hace un tiempo, el problema afecta a ambos sexos.
Un 13,3% de los varones manifiestan síntomas de un elevado nivel de estrés durante el tercer trimestre de la gestación de sus parejas, según la investigación más reciente, realizada por expertos de la Universidad McGill, en Quebec (Canadá). Esas señales afectaban a cuestiones como el estado de ánimo, la actividad física, la calidad del sueño, el apoyo social, las relaciones sexuales y las situaciones financieras y de la vida en general.
El estudio se basó en encuestas realizadas a 622 hombres, con una edad media de 34 años, durante el primer y el tercer trimestre del embarazo de sus parejas. La directora de la investigación, Deborah Da Costa, señaló que estos síntomas, además, a menudo se recrudecen tras el parto. La pérdida de calidad del sueño es uno de los casos más notorios.
Depresión preparto y posparto
«Sabemos que la depresión preparto es el vaticinador más fuerte de la depresión posparto», explica Da Costa, «de modo que hablar de ello con los futuros padres y analizarlo de forma temprana puede ser beneficioso para disminuir el riesgo o la continuación» de este problema.
Por eso, el trabajo científico afirma que es importante «incluir a los hombres en los análisis y esfuerzos para prevenir la depresión durante la transición a la paternidad», tal como se hace desde hace tiempo con las mujeres. Y entre los elementos más importantes acerca de los cuales intervenir, el estudio menciona estrategias para mejorar la calidad del sueño, gestionar el estrés y movilizar el apoyo social.
Ya en 2010, una revisión efectuada por científicos de la Escuela de Medicina del Este de Virginia (EE.UU) había hallado numerosos casos de depresión preparto en los hombres. En concreto, concluyó que uno de cada diez hombres (el 10,4%) sufre depresión antes o después del nacimiento de su hijo.
El periodo con mayores niveles de depresión, sin embargo, se da entre los tres y los seis meses posteriores al parto, cuando, según los investigadores, hasta el 25% de los varones padece algunos de sus síntomas. Estos datos surgen del análisis de 43 estudios previos, que abarcan un tiempo de casi tres décadas, desde enero de 1980 y octubre de 2009, y que incluyen a más de 28.000 hombres.
Otras consecuencias de la depresión prenatal
Antes, en 2004, científicos australianos concluían que el periodo de mayor estrés para los padres primerizos era durante el embarazo. Para estos investigadores, los niveles de estrés antes del parto eran incluso superiores a los que se registraban después del nacimiento.
Uno de los factores en que se detuvo este trabajo fue la actividad sexual: más de la mitad de los hombres que formaron parte del grupo analizado refirió que había bajado durante la gestación y que, un año después del parto, tenían menos relaciones sexuales con sus parejas de lo que habían esperado para ese momento.
Los científicos de la Universidad Flinders (Australia) comprobaron otras consecuencias de la depresión preparto. En promedio, los futuros padres habían ganado 1,6 kilos de peso y que uno de cada siete había comenzado a beber mayor cantidad de alcohol que antes, quizá como una vía para sobrellevar el estrés, el descenso de la actividad sexual y las preocupaciones típicas de este momento.
En numerosos casos, los hombres -al igual que muchas mujeres- asumen estos síntomas como normales en el embarazo y todo lo que este conlleva, por lo que no dan al problema la importancia que merece. Esto puede derivar en otros inconvenientes, tanto para el futuro padre como para su pareja. Además de la posibilidad de una crisis, la depresión del hombre puede tener influencia también sobre la de la mujer y, en última instancia, sobre el bebé en formación.
La depresión de la madre durante la gestación aumenta el riesgo de que los niños padezcan problemas de estrés, un bajo tono muscular y alteraciones neurológicas y conductuales. Así lo comprobó hace algunos años un estudio desarrollado por la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
Por eso, es importante que tanto los hombres como las mujeres en esta situación traten de reconocer los síntomas de una posible depresión prenatal, más allá de las preocupaciones normales de este periodo, y, si fuera necesario, puedan buscar ayuda profesional.