Pérdidas de leche durante la lactancia: qué hacer cuando el pecho gotea

El goteo del pecho es algo natural y no se debe a que la producción de leche sea demasiado abundante, como todavía creen muchas personas
Por Cristian Vázquez 5 de octubre de 2015
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Imagen: Rohappy

Muchas mujeres notan que su pecho gotea leche durante la lactancia, en particular en los primeros meses después del parto. Se trata de algo natural que, aunque solo represente un inconveniente a nivel estético, puede resultar bastante incómodo. Este artículo ofrece detalles acerca de la pérdida de leche durante la lactancia y el papel de la oxitocina en el “reflejo de eyección”. También aporta consejos para madres lactantes que sufren estas pérdidas y explica por qué dar el pecho a demanda es la mejor solución para este problema.

El goteo de leche, un problema frecuente

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Imagen: solovyova

El goteo de leche -tanto el que se produce entre tomas como el que ocurre en un pecho mientras el bebé mama del otro- sucede con bastante frecuencia en los primeros meses después del parto (e incluso en el tramo final de la gestación, en algunos casos). Una de las creencias más comunes relacionadas con la lactancia señala que estas pérdidas se deben a que la producción de leche es demasiado abundante. Pero es una creencia falsa, un mito.

La verdadera causa es que el cuerpo de la madre todavía está adaptándose a la lactancia. Aparece entonces otro beneficio de la lactancia a demanda: amamantar al niño siempre que él lo pida y durante el tiempo que él lo desee hace más rápida esa adaptación. El bebé y la madre se regulan y el goteo se acabará antes.

Tal como explica el grupo de apoyo a la lactancia y la maternidad Amagintza, con sede en Pamplona, este goteo se debe a que «los músculos que rodean los conductos terminales en el pezón no están cumpliendo bien su labor de esfinter«. Con el paso del tiempo -unos meses, por lo general- estos músculos «optimizan su rendimiento», hasta que el pecho de la madre lactante deja de gotear.

La oxitocina y el reflejo de eyección de la leche

En ocasiones, basta que la madre escuche llorar a su hijo para perder algo de leche. El goteo se debe al llamado «reflejo de eyección», originado por la oxitocina, la hormona encargada de hacer que la leche suba. Esta hormona responde sobre todo a estímulos táctiles (en particular, el contacto del bebé con el pezón y la areola), pero no solo a ellos. Así es como la leche puede subir y gotear un poco por otros estímulos, como oír el llanto del bebé o, incluso, oler su ropita o pensar en él.

La oxitocina, por su parte, se inhibe ante situaciones como el miedo, la falta de confianza en el propio cuerpo o el consumo de alcohol. Por lo tanto, es importante que la mujer se sienta tranquila y confiada en el momento de amamantar a su hijo (además de evitar las bebidas alcohólicas, y no solo por este motivo).

Consejos para madres lactantes que sufren pérdidas de leche

Estas pérdidas de leche, entonces, son naturales, y el único problema que representan tiene que ver con el aspecto estético. De manera que, mientras el cuerpo de la madre lleva a cabo la adaptación a la lactancia, se pueden tomar algunas medidas para reducir ciertas molestias generadas por ese goteo.

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Imagen: Dubova

El recurso más utilizado son los discos de lactancia. Estos discos funcionan como pequeñas compresas: se colocan sobre el pezón y su objetivo es absorber la humedad derivada del goteo. Los hay de diversos materiales (algodón, celulosa, seda, lana, etc.). También pueden ser útiles en caso de pezones irritados o de dermatitis o infecciones, aunque para estos casos son más apropiados los discos aireadores, que evitan que la piel del pezón quede en contacto directo con otra superficie.

Una alternativa son los discos de silicona. A diferencia de los anteriores, que procuran recoger las pérdidas de leche, estos se adhieren al pecho y ejercen una ligera presión para evitar el goteo.

También de silicona se comercializan unas copas recolectoras de leche, pensadas de forma específica para mujeres con pérdidas importantes, es decir, una cantidad más difícil de recoger con un disco normal.

Para las mujeres que, por distintos motivos, no pueden amamantar a sus hijos y sufren este problema, el consejo de los especialistas es que utilicen un extractor de leche, o que lo hagan de manera manual (y si es posible, que la den luego a sus bebés).

En algunos casos, también es efectivo ejercer una presión sobre el pecho con los brazos cruzados en el momento en que se advierte que la secreción está por producirse.

Dar el pecho a demanda, la mejor solución

La principal solución a medio plazo para impedir el goteo de leche es dar el pecho a demanda. Esta práctica no solo regula la producción de leche según las necesidades del bebé, sino que, además, -como explica la Asociación Española de Pediatría (AEP)- “asegura la ingesta de leche del inicio y del final de la toma, cuya composición es diferente, y se logra un buen vaciamiento del pecho, evitando un excesivo acúmulo de leche que puede ocasionar ingurgitación y mastitis”.

La AEP destaca también el valor emocional de la lactancia, ya que muchos niños buscan también consuelo en el pecho. “Un pequeño que llora y que demanda ser amamantado necesita a su madre”, explica ese organismo, por lo cual “retrasar innecesariamente el momento de la toma causa un sufrimiento evitable tanto para el bebé como para su madre”.

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