Recortar los gastos de los niños durante su descanso, cinco ideas que funcionan

Pedir ayuda a los abuelos así como optar por los programas de ocio financiados en los colegios son propuestas para recortar el gasto en las familias con niños en verano
Por Marta Vázquez-Reina 5 de septiembre de 2013
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Imagen: Juhan Sonin

Campamentos, cursos estivales, cuidadores en el hogar y vacaciones con los niños. Los planes para ocupar todo el tiempo libre de los menores en verano pueden dejar una mella importante en el presupuesto familiar. Pero existen alternativas para ahorrar. En este artículo se proponen seis ideas para reducir los gastos de los niños en la temporada estival, entre ellos, recurrir a familiares para su cuidado, inscribirlos en los colegios abiertos en vacaciones u organizar una divertida jornada de juegos de agua o cine al aire libre.

Gastos con niños, cuidado con el verano

La crisis explica que el presupuesto familiar sea cada vez más reducido y que sea necesario apretarse un poco más el cinturón. De hecho, el año pasado el gasto medio en los hogares españoles disminuyó un 3,4% respecto a 2011, según refleja la ‘Encuesta de Presupuestos Familiares‘ del Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, en las familias con hijos, el gasto se dispara aún más: el presupuesto necesario en una vivienda con cuatro miembros es un 35% más elevado que en otra donde solo vivan dos personas.

El presupuesto de una familia de cuatro miembros es un 35% más elevado que en otra de solo dos personas

En verano, además, el gasto de los hogares con niños se puede incrementar aún más. Las vacaciones estivales proporcionan mucho tiempo libre a los hijos, y las familias deben destinar parte de su presupuesto a ocupar este hueco, sobre todo cuando ambos progenitores trabajan.

«El coste de un campamento de 15 días en verano puede oscilar entre los 400 y los 3.000 euros», apunta Camino de Lecea, responsable del portal Todocampamentos. Esta alternativa es la que eligen cerca de 1,2 millones de niños y jóvenes cada año, tal como recoge el informe del Instituto de la Juventud de España.

Otras familias optan por enviar a sus hijos fuera de España, con el fin de que afiancen el aprendizaje de un idioma. Según la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero, más de 28.000 menores hacen sus maletas cada verano para aprender otra lengua. El presidente de esta asociación, Juan Manuel Elizalde, estima que un curso de un mes puede representar un gasto mínimo de 2.800 euros.

Un 2,3% de las familias se inclina, por su parte, por mantener a los pequeños en casa al cuidado de una persona especializada, según apunta el informe ‘Conciliación de la vida laboral y la vida familiar‘, del Instituto de la Mujer. El coste medio mensual de tener una persona de servicio doméstico en el hogar por la jornada completa oscila entre los 700 y los 900 euros, según la ‘Encuesta de Presupuestos Familiares‘.

Pero, ¿es posible ahorrar todos estos gatos en verano con niños en la familia? A continuación se recogen seis ideas para comenzar.

1. Ahorrar con niños en casa: canguros en la familia

El 20% de los abuelos colabora con el cuidado de los niños en vacaciones, mientras sus padres trabajan
¿Es obligatorio que los niños salgan de casa en verano mientras los padres trabajan? No siempre. Los pequeños pueden quedarse en el hogar a cargo de un cuidador especializado, pero esta elección suele resultar demasiado cara.

Una alternativa más económica es recurrir a familiares para que ejerzan de canguros de los niños durante la jornada laboral. Más del 20% de los abuelos asume las principales tareas del cuidado de menores durante el periodo vacacional, según el Instituto de la Mujer.

2. Ahorro con niños: colegios abiertos en vacaciones

Juegos infantiles, talleres creativos, idiomas y deportes son algunas propuestas escolares para los niños. Los programas de centros escolares abiertos en vacaciones ofrecen cada verano una alternativa para que los padres puedan continuar con su jornada laboral, mientras sus hijos están bien atendidos en los colegios de la ciudad.

En función de la renta de las familias y el municipio de residencia, el coste de una quincena en uno de estos programas escolares puede oscilar entre los 12 y 95 euros. Para poder participar en estos programas financiados en parte por las administraciones, se exige acreditar la situación laboral y estar empadronado en el municipio.

En Madrid se han ofrecido este año cerca de 13.000 plazas por un precio desde 95 euros la quincena. En Oviedo, por poco más de 13 euros a la semana, los niños pueden asistir a alguno de los cuatro centros que permanecen abiertos entre las 8:30 y 14:00 horas.

3. En busca del frío

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Imagen: Andrew Stawarz

Un tercio del consumo eléctrico de los hogares en verano corresponde al aire acondicionado, revela un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Para reducir este gasto es preciso hacer un consumo responsable de la climatización. Pero también existen otras alternativas para que los pequeños no estén expuestos a las altas temperaturas.

Una solución es planificar de forma periódica jornadas fuera de casa con las que apagar el aire e ir en busca del frío al exterior. Un paseo por lugares climatizados de acceso libre o económico, como museos y bibliotecas, así como un chapuzón en la piscina pública son opciones que tienen las familias para estar frescos y disfrutar además de una jornada divertida -e incluso educativa- con los niños.

4. Niños en verano: al rico helado

El helado está considerado como un alimento de verano y el consumo anual por persona ronda los seis litros y medio, según la Asociación Española de Fabricantes de Helados. Casi el 60% de estos productos se consumen fuera del hogar y los menores son unos de sus principales consumidores.

Una forma de economizar sin prescindir de este ansiado dulce es dejar que los pequeños elaboren sus propios helados en casa.

5. Juegos de agua para niños y cines de verano contra el calor

El presupuesto familiar puede reducirse con divertidosjuegos acuáticos al aire libre. Si las familias cuentan con un pequeño jardín o patio donde los menores tengan permiso para mojarse, tan solo les hará falta dotarles de un grifo, una manguera y algunos cubos, globos o incluso unas sencillas bolsas de plástico para improvisar unas resbaladizas pistas. La diversión está asegurada.

El cine se ha convertido casi en un lujo para muchos españoles. El precio medio de una entrada en las salas españolas es de 7,08 euros, aunque en algunas ciudades sube hasta 8,5 euros. Sin embargo, en verano los niños tienen la posibilidad de disfrutar de sus proyecciones favoritas por un coste mucho más económico (entre dos y cuatro euros) en los denominados cines de verano, salas exteriores en las que los pequeños podrán visualizar sus películas favoritas bajo las estrellas.

Además, algunos ayuntamientos organizan jornadas de cine de verano gratuitas en lugares públicos de la ciudad, y especialmente dirigidas al público infantil. En las páginas web de los consistorios se puede consultar la programación de cartelera para la época estival. El siguiente paso es hacer las palomitas en casa, llevar una silla y ¡a disfrutar de la película!

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