Sexo ‘ninja’: en silencio y a escondidas, mientras los hijos están en casa

El sexo "ninja" es una forma simpática de llamar a las relaciones sexuales rápidas, sin ruidos y a oscuras, cuando los niños están en el hogar
Por Cristian Vázquez 17 de julio de 2013
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Imagen: Zoe

Entre los cambios que experimenta una pareja cuando tiene un hijo (o más de uno), está dejar de poder mantener relaciones sexuales en cualquier momento y lugar de la casa. A menudo, el sexo debe ser silencioso, rápido y a escondidas. Por eso, esta forma de tener sexo se bautizó con humor con el nombre de ninja. En este artículo se describen las características del sexo ninja, qué dicen los científicos sobre la libido tras el parto y cómo las relaciones veloces resultan excitantes para algunas personas pero, sin embargo, estresante para otras.

Sexo ‘ninja’, en silencio y a escondidas

La Red ha bautizado como sexo ‘ninja’ a las relaciones sexuales a escondidas que mantienen las parejas tras la llegada de los hijos
Sexo ninja es la expresión que se usa, sobre todo en las redes sociales de Internet, para referirse con humor (y un poco de resignación) a las relaciones sexuales que mantienen muchas parejas después de tener hijos: en silencio y a escondidas, como cuenta la leyenda que actuaban esos míticos guerreros japoneses.

Y esa es la manera en que se comportan también muchas parejas en esa etapa difícil en que los tiempos y las rutinas se ven tan alterados. El bebé requiere atención y cuidados casi todo el tiempo, y queda poco espacio para todo lo demás, incluidas las relaciones sexuales.

Además, el cansancio y el estrés actúan contra la libido y esto hace que el deseo sexual se reduzca. Como resultado, la actividad es poca y, a menudo, sin hacer mucho ruido, cuando y donde se pueda.

Deseo sexual tras el parto

Hay parejas que ven excitante el sexo ‘ninja’, porque se sienten como quinceañeros que se esconden de los padres

Durante el puerperio (periodo de 40 días posterior al parto), en la mujer «se produce un estado hormonal comparable a un hipogonadismo, donde hay una disminución de las hormonas sexuales y una liberación de prolactina causante de la producción de leche materna», explica Francisca Molero, vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. Esta situación influye de manera negativa en el deseo sexual y en el estado emocional de la mujer.

Lo normal es que, después de ese lapso inicial, la actividad sexual de la pareja de nuevo se active, ya que a los tres meses del parto la capacidad orgásmica es igual, e incluso algo superior a la que existía, «y la mayoría de mujeres ya han reanudado las relaciones coitales», añade Molero.

Sin embargo, los problemas para el sexo no han acabado y, a veces, hasta surgen otros nuevos: el cansancio, el estrés, la falta de tiempo, etc. Es en esta etapa cuando empieza a tener lugar el sexo ninja. O un poco más adelante, «cuando el niño crece y empieza a andar por la casa, a aparecer sin aviso por la puerta», describe Patricia Vera, autora del blog ‘Mamá periodista‘.

Sexo ninja: excitante para unos, estresante para otros

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Imagen: James Lee

«Hay parejas que lo ven excitante, porque se sienten como quinceañeros que se esconden de los padres», explica Vera. Pero para otros es muy estresante y no logran disfrutar.

Existen al menos dos tendencias en cuanto a la manera en que las parejas afrontan las relaciones sexuales tras el parto: por un lado, la de quienes procuran hacerse el hueco y dejan al pequeño con alguien, hacen una escapada rápida, ponen a los niños a que vean una película y aprovechan ese rato. Por otro lado, están los que aceptan que es una racha y que ya recuperarán el tiempo perdido cuando los hijos crezcan.

«Sobre todo, creo que hay que escuchar al cuerpo y ver qué te pide«, añade Vera. Mientras tanto, hay muchas formas de tener intimidad con la pareja y de compartir cosas, no solo a través del sexo.

Más difícil aún lo tienen las parejas que optan por el colecho, es decir, por compartir la cama con su hijo. ‘Papá Digital‘, blog que cuenta las experiencias de un padre, describe que esta práctica «genera un problema de logística». Por su parte, Vanesa Piñeiro, madre y autora del blog ‘La Orquídea Dichosa’ opina que el colecho puede jugar a favor de la sexualidad, ya que empuja a las parejas a cambiar de lugar. «Dejas a un lado la comodidad de la cama, en la que todas las parejas caen, y vuelves a las viejas costumbres, como aprovechar el sofá o la ducha«, señala Piñeiro.

Recuperar el deseo sexual

En cualquier caso, lo importante es la recuperación del deseo sexual después del parto. Si esto se logra, todo lo demás es menos problemático: siempre se podrá encontrar el momento y el lugar, aunque sea a oscuras, rápido y silencioso, al estilo ninja.

Para realzar la libido, siempre se puede recurrir a cenas románticas, comidas que pueden resultar afrodisíacas (aunque la ciencia no lo confirme, muchos platos pueden funcionar como placebo), velas aromáticas, etc. Y, por supuesto, comunicación, diálogo y comprensión, que son la clave para revitalizar la pareja en cualquier momento.

Esta es una etapa más del proceso de ser madres y padres. La mejor alternativa es tratar de disfrutarla, con sexo ninja o del modo que sea mejor para los miembros de la pareja.

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