Bombillas de colores

Consiguen nuevos efectos luminosos y diferentes ambientes con tonalidades que varían, incluso, por control remoto
Por EROSKI Consumer 9 de abril de 2003
Img bombillas colores
Imagen: pink_fish13

Las bombillas iluminan, pero además, son un interesante recurso decorativo. Aunque las bombillas de luz blanca son las más habituales, las nuevas tendencias se dirigen hacia apuestas más arriesgadas, cargadas de color y fabricadas, generalmente, con tecnología LED. Algunos productos, incluso, para variar la tonalidad de las luminarias utilizan un botón o un mando a distancia.

La gama es amplia. Se pueden encontrar bombillas tintadas que, al encenderse, emiten una luz del mismo color que el tinte, pero también se comercializan productos más sofisticados que, en una única bombilla, concentran todo el espectro de color. Se trata de luminarias que varían la tonalidad hasta adaptarla a una situación o ambiente. Se puede elegir desde un tono claro para iluminar una zona de lectura, hasta un tono más oscuro para recrear un ambiente íntimo.

Efectos luminosos

Se busca crear emociones con la luz. Borrar la imagen estática de las bombillas y presentar nuevos productos con efectos sorprendentes. Para ello, se juega también con las formas, desde el modelo clásico de bombilla incandescente hasta paneles, diseños lineales, helicoidales o combinaciones de luminarias con diferentes formas y colores. Hay modelos para iluminar una estancia de manera homogénea o destacar determinadas zonas, ya que se puede ajustar la intensidad de la luz con un regulador.

Se intenta personalizar al máximo los colores de casa. Para ello, algunos fabricantes idean productos de todo tipo. Una de las últimas novedades es una luminaria que imita el efecto de un eclipse. Este sistema está inspirado en los amaneceres y en las puestas de sol, por lo que, mediante un mando a distancia, se puede cambiar el color de la luz y su diámetro para crear diferentes efectos.

Filtros de colores

Img bombilla roja articulo

Si ninguna de las opciones anteriores convence, existe la posibilidad de recurrir a capuchones o filtros de colores, una especie de funda que cubre las bombillas de incandescencia y cambia automáticamente el color que éstas emiten. El material del filtro ha de soportar bien el calor de la bombilla mientras permanece encendida para no estropearse, aunque su duración suele ser limitada. Por último, estos productos permiten adecuar la luz a cada circunstancia, ya que los filtros se pueden intercambiar según el ambiente que se busque recrear.

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