Si ha adquirido una lijadora a la que pueden adherírsele las lijas pegándolas mediante velcro habrá observado que su precio se dispara. Sin embargo, aplicando un poco de ingenio y maña podrá ahorrarse algo de dinero.
Cuando ya haya gastado una de las hojas fabricadas para su modelo de lijadora péguele una hoja de cinta de doble cara en forma de cuadrado, de forma que tape toda la superficie lijante y quede perfectamente lisa.
De esta forma sobre la otra cara de la cinta podrá adherir un trozo de papel de lija manual acorde con la superficie que vaya a lijar, para poder lijarla más rápidamente que a mano. Corte la lija sobrante y compruebe que se ha adherido correctamente lijando una pequeña superficie inservible. Cuando se gaste la lija que acaba de adherir a su lijadora eléctrica podrá retirarla y poner una nueva, o bien cambiarla si la superficie que vaya a lijar entonces está fabricada en un material diferente al indicado para lijar con la lija actual.
