Ciertos ejemplares requieren unos cuidados muy específicos y caprichosos que resultan muy difíciles de satisfacer, sobre todo para los aficionados que desconocen los trucos que ciertos jardineros ya expertos practican con excelentes resultados.
Una de las plantas que ciertamente requieren unas condiciones que pueden parecer caprichosas y contradictorias son las clematis, unas trepadoras que necesitan encontrarse en un lugar soleado, pero cuya base debe estar en sombra.
La solución para lograr que la clematis o cualquier planta que se encuentre a pleno sol tenga la base del tallo en sombra es colocar lo más cerca posible un pequeño seto o una roca de grandes dimensiones, que ofrezca la sombra necesaria para que el pie de la planta se encuentre lejos de la acción directa del sol.
De esta manera, y proporcionando las otras necesidades que requiere la clematis, se asegurará su crecimiento. Tal vez por esta exigencia la clematis no es una planta que se cultive mucho en la Península, sin embargo en Inglaterra es una de las trepadoras favoritas de los amantes a la jardinería.
