Cómo blanquear la madera de sus muebles

Para familiarizarse con el proceso es recomendable aplicarlo la primera vez sobre un trozo inservible de madera
Por EROSKI Consumer 17 de octubre de 2007

Antiguamente se enlucían maderas como el roble, el pino o el fresno anualmente para desinfectarlas. Su grueso veteado se dejaba a la vista, lo que producía un resultado muy decorativo. Se empleaba cal viva, aplicándose una pasta a base de ella, incluso tiñéndose con el color deseado.

En la actualidad se utilizan otros procedimientos para obtener el mismo resultado. Primero es necesario emplear un decapante químico específico para eliminar la pintura o el barniz que decore el mueble. Es necesario realizar el proceso en una estancia bien ventilada, debido al fuerte olor de este producto. Es recomendable usar una brocha vieja para aplicar el decapante y guantes. En muy necesario respetar los tiempos de actuación indicados por el fabricante.

Una vez terminado el tiempo de secado, retire los restos del producto decorativo y del decapante con una espátula. Aunque haya quitado la gran mayoría de los restos del decapante resulta conveniente limpiar bien la madera para evitar que pequeños restos de este producto, que hayan podido quedar sobre la madera, continúen ejerciendo su acción y dejen algunas partes más blanquecinas que el resto, lo cual produce un antiestético efecto.

Sin embargo, esta propiedad de los productos decapantes también puede ser empleada en la decoración. El decapante se aplica con la ayuda de unos moldes de repostería de pequeño tamaño y un trapo en el interior del molde. De esta forma, aclarando con dibujos determinadas partes del mueble, se confecciona una decorativa cenefa.

Para retirar completamente el decapante y neutralizar su acción debemos limpiar la superficie con lanilla de acero impregnada en alcohol, sin dejarnos ninguna zona sin limpiar.

Si deseamos dejar más a la vista el veteado del mueble deberemos frotar un cepillo de púas en el sentido de la veta, sin frotar ni apretar en exceso, para evitar que rayemos la madera. Si esto sucediera sería necesario repararla con pasta de madera, una mezcla de cola de carpintero y serrín, o bien papel de periódico cortado muy fino, mojado en agua hasta conformar una pasta, que deberá ser teñida del mismo color que el mueble y aplicada con una espátula en el interior de los desperfectos. Será necesario lijar las partes reparadas para igualar en altura la pasta aplicada y conseguir que la reparación se note lo menos posible.

Tras frotar todo el veteado hay que limpiar los restos de polvo con un paño limpio para evitar que se adhieran a la superficie del mueble durante el proceso de pintado. Una vez decapado el mueble, sobre todo si es antiguo, resulta necesario observar su superficie para comprobar si ha sido atacado por algún tipo de plagas y actuar en consecuencia. En estas páginas puede conocer cómo llevar a cabo este importante proceso .

Para obtener un resultado similar al de la fotografía hay que teñir la madera de un color llamativo, pero que a su vez permita dejar el veteado a la vista. En este caso se ha elegido un color azul oscuro. Es necesario sellar el tinte para que no se mezcle durante el proceso de blanqueado, empleando un barniz acrílico incoloro para madera. Se debe dejar que este producto se seque completamente. Tiene un tiempo de secado largo, superior a las 12 horas, pero es recomendable respetar las indicaciones que el fabricante suele dar en el envase.

Habrá que pintar toda la superficie del mueble con pintura blanca mate, la que le otorga al veteado el acabado blanquecino, aplicándola con un trapo limpio que no suelte pelusa. Conviene aplicar varias pasadas para conseguir que la pintura penetre en la veta, aplicándola en sentido contrario a la misma en movimientos circulares.

Retire la pintura blanca que no se encuentre sobre el veteado frotando con un trapo fuerte. Si no lo logra, deberá impregnarlo en aguarrás. Como se trata de un proceso laborioso es recomendable hacer varias pruebas en una zona del mueble que no quede a la vista, o sobre un trozo de madera de similares características. Sobre todo si usted ha fabricado el mueble puede emplear un trozo sobrante para familiarizarse con el proceso anteriormente descrito y comprobar si los resultados son satisfactorios. En caso contrario, con una simple mano de barniz o barniz tinte podrá dejar el veteado del mueble a la vista y protegerlo.

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