En algunos casos es obligatorio impermeabilizar ciertos trabajos de albañilería que están sujetos a determinadas circunstancias. Es el caso de los cimientos, las placas de hormigón que se encuentren en lugares húmedos, estanques, suelos de un sótano, etc.
Para ello hay que preparar y utilizar un mortero impermeable. También es importante que los elementos de construcción que se utilicen, tales como los ladrillos o las piedras, no estén rajados.
La forma de preparar un mortero con un hormigón impermeable es la siguiente: añadir en el momento de la preparación del mortero un fluido hidrófugo, bien sea en polvo o en líquido. La función que cumple este elemento es la de disminuir la capilaridad del mortero y mejorar su plasticidad y su resistencia a las heladas, además se evitan las florescencias.