Cómo integrar los electrodomésticos en la cocina

El color de los aparatos ha de generar un contraste adecuado con las paredes y los muebles
Por EROSKI Consumer 24 de mayo de 2007
Img cocinacrema
Imagen: Robin Utracik

La cocina es el espacio de la casa donde los electrodomésticos desempeñan el papel más destacado. La nevera, el horno, la vitrocerámica, el microondas, accesorios más pequeños -exprimidor, licuadora, etc.-, e incluso, la lavadora forman parte del paisaje de esta estancia. Por este motivo, conviene conocer algunos conceptos básicos para que estos integrantes del entorno estén en armonía con el resto de la decoración.

La tradición indica que los electrodomésticos de la cocina son, por lo general, blancos. Y en tal caso, el mismo blanco o tonos claros en los azulejos y las paredes resultan la combinación natural. Sin embargo, también se puede optar por muebles en otros tonos, como crema, beis, e incluso, más oscuros, en cuyo caso habrá que pensar en aparatos que respondan a otra gama de colores, como los metalizados.

Si se pintan las paredes de un color fuerte, como morado o fucsia, la cocina adquiere un estilo chic

El blanco en particular y los colores claros en general aportan luminosidad y sensación de amplitud a la cocina. Algunos detalles, como cenefas, añaden un toque de distinción a la estancia y hacen que, si bien el color dominante es un blanco simple y neutral, la cocina se convierte en más clásica o más moderna.

Una alternativa la otorga la posibilidad de pintar las paredes en algún tono fuerte, como morado, rosado o fucsia. Así se pierde en luminosidad y espacio, pero se gana en potencia y modernidad. En una cocina de estas características (que bien se puede calificar como chic), conjugar otros tonos en los muebles y electrodomésticos aumenta las posibilidades de contraste.

Electrodomésticos forrados como muebles

En ocasiones, se puede lograr la integración de los electrodomésticos en una cocina con muebles de aspecto antiguo, e incluso rústico, si se «visten» los aparatos con coberturas que imiten las del mobiliario. Si las puertas de los muebles tienen terminaciones con molduras, se puede encargar el revestimiento de la puerta de la nevera con un panel de una superficie similar. De esa manera, el frigorífico estará tan integrado en el espacio de la cocina, que se hará difícil distinguir dónde se encuentra.

Se pueden emplear paneles para dar al electrodoméstico un aspecto de mueble

También se pueden elegir electrodomésticos con colores distintos a los habituales. En estos casos, es fundamental pensar en el entorno: una nevera azul solo quedará bien si los demás aparatos son oscuros y en una tonalidad similar. Lo idóneo es también combinarlos con azulejos y paredes claras, que generen un fuerte contraste.

Una pared que resalte

Para quienes buscan resaltar algún objeto o arreglo en la cocina, una opción interesante consiste en pintar todas las paredes de blanco o un tono claro, con excepción de una, la cual tendrá un color vivo e intenso. De esta manera, atraerá la atención hacia ella y lo que se coloque allí, como un juego de ollas y sartenes que cuelgen de la pared, alguna pintura o cuadro -hay motivos “cocineros” muy interesantes- o cualquier otro ítem que se considere adecuado para destacar en ese lugar.

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