Cómo quitar el gotelé de una pared

El gotelé se puede eliminar de una pared por medio del uso de una espátula o una rasqueta, o bien se puede cubrir con una pasta especial de alta densidad
Por EROSKI Consumer 9 de abril de 2002
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Imagen: Dick Mooran

El gotelé representa hoy en día en muchos hogares el recuerdo de un estilo decorativo en desuso. Por eso, muchas personas desean quitarlo de sus paredes. Esta tarea no es difícil y se puede realizar de dos maneras: cubrirlo con una sustancia especial o quitarlo para volver a pintar. En este artículo se describe la técnica del gotelé y se detallan los procedimientos necesarios para taparlo o quitarlo de una pared.

El gotelé, una técnica en desuso

El gotelé es una técnica de pintura de paredes. Consiste en esparcir la pintura de tal manera que se formen gotas o grumos y que el acabado final sea rugoso. Este modo de pintar tuvo su auge hace años, debido sobre todo a su capacidad para disimular las imperfecciones en las paredes, pero que hoy ha caído en desuso.

Por eso, ver este tipo de pintura en una pared genera a menudo la sensación de estar ante algo anticuado. Para quien decide renovar la pintura de estas paredes, el problema radica en que, al contrario de los casos en que solo hay que tapar una pintura con otra, esta técnica exige retirar el gotelé antes de aplicar una pintura nueva.

¿Cómo deshacerse del gotelé? Hay varias técnicas para hacerlo, que en lo esencial se resumen a dos formas: quitarlo o taparlo. A continuación, el paso a paso de cada procedimiento.

Tapar el gotelé

La manera más sencilla de acabar con el gotelé es taparlo. En el mercado se venden pastas especiales que se aplican con rodillo, como si fueran pintura, y que poseen una densidad tal que permiten cubrir una rugosidad de hasta cuatro milímetros en el gotelé. Si la rugosidad del gotelé que se desea tapar es aún mayor, se deberán aplicar más de una mano de la pasta.

La pasta para tapar el gotelé tiende a salpicar mucho, por lo cual hay que tener cuidado para no ensuciar el suelo o los muebles

Antes de aplicar la pasta conviene tomar algunas medidas para asegurarse un buen resultado. Por un lado, cubrir los zócalos, marcos de puertas, interruptores y todas las demás partes que no puedan retirarse pero que sea necesario proteger para que no se manchen. Esta pasta tiende a salpicar mucho cuando se la aplica, por lo cual hay que tener especial cuidado al hacerlo. Lo mismo con la ropa: es aconsejable ponerse un mono y una gorra o sombrero para evitar ensuciarse la ropa o el cabello.

Por otra parte, también se recomienda pasar sobre la pared una capa de imprimación antes de la pasta, para garantizar un buen sellado. Un sustancia de imprimación universal es suficiente.

Es importante emplear un rodillo de pelo largo para la pasta, dada la densidad de la sustancia que se ha de utilizar para aplicación y la rugosidad de la pared. También es deseable contar con un alargador para el asa que deje alcanzar con facilidad la parte superior de la pared.

Después de cubrir la pared con la pasta, hay que dejar transcurrir el tiempo que indique el fabricante y luego pasar una llana para alisar la superficie. Hecho esto, se debe volver a dejar que la pasta seque (alrededor de unas 12 horas) y luego ya se puede pintar. Pero antes conviene aplicar otra vez una capa de imprimación.

Quitar el gotelé

Esta solución es más radical y requiere más trabajo. Consiste en arrancar la pintura que constituye el gotelé de la pared. Para ello, existen a su vez dos maneras de hacerlo.

La más simple se puede utilizar en las paredes con un gotelé no muy antiguo: exige pulverizar agua de manera abundante sobre la pared y luego pasar una espátula lo más ancha posible para arrancar la pintura. Al realizar esta tarea es importante tener cuidado para evitar dejar surcos en la pared, los cuales después pueden ser muy difíciles de cubrir.

Para paredes con un gotelé más antiguo o reseco, el agua sola no será suficiente. Habrá que pasar sobre la pared un estabilizador, luego pulverizar agua y dejarlo secar durante unos 10 minutos para que la sustancia ablande la pintura. Cumplido ese plazo, una rasqueta bastará para quitar el gotelé, que caerá al suelo sin necesidad de presionar demasiado la herramienta.

Una vez que se ha retirado el gotelé por cualquiera de estas dos formas, hay que dar una masa niveladora, una especie de enduido que servirá para emparejar la pared. Se deja secar como mínimo unas 12 horas, luego se lija (primero con una lija de grano grueso y después, para dar una buena terminación, con una de grano fino) y, por fin, tras aplicar una imprimación, se pinta la pared del color que se le desea dar.

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