La hortensia es una planta muy bella, pero que requiere de numerosos cuidados, sobre todo si se quiere mantener en perfecto estado en el interior de nuestras viviendas, ya que demanda riegos constantes para evitar que se marchite.
Además, si sus brotes y hojas jóvenes amarillean, estará sufriendo una carencia de hierro en la tierra sobre la que se desarrolla, enfermedad conocida como clorosis férrica. Para combatirla deberá emplear algún preparado específico contra esta enfermedad, que proporcionará al sustrato el hierro necesario.
A pesar de que su nombre botánico «Hydrangea macrophylla» signifique amante del agua tampoco la necesita en exceso, porque su presencia excesiva combinada con bajas temperaturas puede provocar la aparición del hongo conocido como botritis, que se manifiesta recubriéndola con un moho de color grisáceo que afecta a toda la planta y reblandece sus tejidos. La solución será la utilización de un insecticida sistémico para erradicar esta podredumbre.
Por último, si las hojas aparecen blanquecinas es señal de que está siendo atacada por el oídio, que se manifiesta a través de un polvo de color claro que cubre las hojas y que puede llegar a deformarlas y hacer que se caigan. El remedio será el misma que en el caso anterior.
