No resulta conveniente alicatar una estancia con baldosas de un diseño llamativo si no se adquieren algunas de más para solventar problemas. Son frecuentes las roturas y, en ocasiones, puede que se tengan que levantar para arreglar o desatascar, por ejemplo, un desagüe.
Como se puede apreciar en la fotografía, en el alicatado de las escaleras se han empleado unas baldosas de un color verde y de una forma no convencional. Como no se habían adquirido baldosas de sobra y las que estaban colocadas se han roto, el material con el que esta confeccionada la escalera queda a la vista. En este caso, al tener las baldosas un colorido uniforme podemos comprar unas de color blanco de un grosor similar a las ya instaladas para tratar de sustituirlas.
Para evitar que se note la diferencia entre ambas baldosas podemos adquirir una pintura de color similar o mandarla fabricar ex profeso y pintar la baldosa. Una vez colocada no se notará demasiado la diferencia y habremos conseguido ahorrar algo de dinero y trabajo, ya que no tendremos que comprar todas las baldosas para forrar el tramo de escaleras, sino sólo las que se encuentran deterioradas.