Consejos para mejorar la cosecha de los frutales

El anillado de la corteza limita el crecimiento del árbol y estimula su producción
Por EROSKI Consumer 22 de noviembre de 2005

El anillado de la corteza resulta uno de los mejores medios para limitar el crecimiento de los árboles frutales, algo que puede ser muy beneficioso cuando el huerto o jardín donde se cultivan es de reducidas dimensiones. Asimismo, mediante esta sencilla tarea puede lograrse una producción de fruta mucho mayor.

Este procedimiento debe aplicarse en aquellos frutales de crecimiento vigoroso, pero que produzcan frutos pequeños. Lo primero que debemos hacer será colocar una brida alrededor del tronco, que nos sirva como guía para hacer dos cortes paralelos. El corte que haremos deberá tener una anchura de un centímetro y una profundidad de unos tres milímetros, aunque estas indicaciones generales pueden variar en función tanto del tamaño como de la edad del árbol que se vaya a anillar.

Una vez anillado el árbol realizaremos los cortes con una navaja bien afilada hasta atravesar también la capa de cambium (lo que está recubierto por la corteza). Retiraremos la brida y la corteza y envolveremos el anillo que ha quedado al descubierto con cinta impermeable.

Se debe recubrir la herida que se ha infligido al árbol pero sin tocar la capa de cambium y conviene retirar la cinta cuando se haya curado. De esta manera se conseguirán frutales más pequeños y con frutos mayores.

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