Si quiere aprovechar el espacio útil de la buhardilla para poder habilitar en ella nuevas estancias, lo primero que ha de hacer es protegerla frente a las pérdidas de calor mediante la colocación de materiales aislantes en techo, paredes y suelo.
Para disimular el material aislante y dar al altillo un aspecto más acogedor, puede colocar unas lamas de madera machihembrada, que se encajan a través de un sistema de ranura y lengüeta, atornillándose a la pared sobre unos rastreles horizontales. No obstante, tal vez sea mejor que se decante por lamas fabricadas en PVC, mucho más resistentes frente a la humedad.
Para revestir el suelo puede emplear suelos laminados o una simple moqueta, que le dará un aspecto cálido y acogedor. Si quiere calefactar la estancia una buena opción consiste en colocar suelo radiante, lo que le permitirá disponer del espacio útil que ocuparían los radiadores.
Como es probable que la buhardilla tenga unas dimensiones amplias puede realizar algunas separaciones para dividirla en diferentes piezas mediante la colocación de paredes de yeso laminado, una escayola reforzada que puede fijarse al suelo mediante unos raíles, a los que se atornillará la futura pared. Este producto puede pintarse y empapelarse para poder decorar las diferentes habitaciones a su gusto.
Si no es una buhardilla luminosa también será necesario instalar un sistema de iluminación.
