El matizado de los muebles

Matizar los muebles permite renovar su color y dar una apariencia rejuvenecida a una pieza antigua
Por EROSKI Consumer 10 de junio de 2001
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Imagen: laszlo19

La restauración de muebles antiguos consiste, sobre todo, en renovar la presentación de sus superficies exteriores. El matizado es una técnica simple para conseguirlo, ya que permite revitalizar el color de la madera y es muy fácil de aplicar con tintes al agua como ocres, anilinas y nogalinas. En este artículo se apunta cómo matizar los muebles para rejuvenecerlos y cuáles son los tintes al agua para efectuar el procedimiento.

Matizar los muebles para rejuvenecerlos

Se llama matizado al proceso de cambiar el color, los tonos o matices de la madera. Existen varias formas de realizar este procedimiento, que dependen del tipo de material con que se trabaje y el estado en que se encuentre la madera que se desee pintar.

En el caso de un mueble, hay que tener en cuenta que es mucho más sencillo hacer el matizado cuanto más lisas y rectas sean sus superficies (es decir, si tiene pocas molduras o detalles). Por el contrario, lo que dificulta la técnica es que la madera esté deteriorada y presente desconchones o arañazos.

En cualquier caso, el matizado representa una auténtica renovación para los muebles, ya que permite rejuvenecerlos y restaurarlos para tener, a partir de un mueble antiguo, uno con apareciencia mucho más joven.

Tintes al agua para matizar los muebles

El primer paso del matizado es lijar las superficies que se han de tratar. Luego hay que decidir qué tipo de colorante se utilizará.

En general, los colorantes se dividen en dos grupos: los que se combinan con agua y los que se mezclan con disolvente. Los primeros poseen la ventaja de que son más fáciles de trabajar, puesto que no son tóxicos y se pueden aplicar de modo directo sobre madera «desnuda», es decir, que no cuenten con ninguna cobertura previa de laca o barniz.

Los tintes al agua utilizados con mayor frecuencia son los ocres, las anilinas y las nogalinas (colorantes obtenidos de la cáscara de nuez y que sirven para dar un color parecido al del nogal).

Matizar los muebles con ocres

Siempre conviene probar el color obtenido sobre otra superficie, con el fin de comprobar que sea el tono deseado

Los ocres son los más comunes, pues su manejo es muy sencillo y permiten obtener muy variadas tonalidades, como cedro, caoba, cerezo, caramelo, etc. Los que se consiguen en las tiendas especializadas son de tres colores: amarillo, rojo o negro. Las distintas proporciones en la combinación de los ocres al disolverlos en el agua darán tonalidades más o menos oscuras y, de esa forma, se podrá probar hasta dar con el color buscado. Los ocres (sustancia fabricada a base de arcilla) no son tóxicos y se pueden manipular de manera directa con las manos, sin necesidad de guantes. Esto también hace que sea más fácil el trabajo con ellos.

Una vez que se ha preparado la superficie con lija y se ha obtenido el tono deseado con la disolución de los ocres en el agua, se procede a su aplicación sobre la madera. Para ello, la mejor herramienta es la estopa.

Según la tonalidad que se quiera alcanzar, se pueden aplicar varias capas de tintura con ocre. El acabado final se da después al mueble con laca o barniz.

Otros tintes al agua para matizar madera: anilinas y nogalinas

Las anilinas y nogalinas son más fuertes que los ocres, tanto a nivel del color (con ellas se obtienen tonos más oscuros), como en relación con la resistencia al paso del tiempo, gracias a que penetran mejor en la madera. Por el mismo motivo, también conviene tener más cuidado al trabajar con ellas: conviene usar guantes, ya que estas tinturas son mucho más difíciles de quitar de la piel y hasta podrían dañarla, en caso de epidermis sensibles.

Por lo demás, tanto la preparación como la aplicación son similares a las de los ocres. Siempre conviene probar el color obtenido en la mezcla sobre una superficie de madera similar al del mueble que se ha de pintar, con el fin de comprobar que el tono es el deseado. Salvo que se tenga experiencia en este tipo de tareas, es difícil darse cuenta de qué tono tendrá la madera con solo observar el tinte líquido en su recipiente.

Otra clave aplicable a todos los tintes es la importancia de disolverlos bien en el agua. Algunos, como los ocres, se disuelven con bastante facilidad, mientras que los tintes para disolventes pueden tardar bastante más. En el caso de las anilinas y nogalinas, que también se disuelven en agua y tardan algo más que los ocres, se puede usar agua caliente, para acelerar un poco el proceso de disolución.

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