Geranios: cómo detectar enfermedades y plagas

Si se pone atención a los síntomas, se pueden detectar los problemas de los geranios y actuar a tiempo para evitar que se marchiten
Por EROSKI Consumer 4 de abril de 2006
Img geranio rosa
Imagen: Dean Morley

Los geranios figuran como los típicos residentes de balcones, terrazas y jardines de los hogares españoles. Si bien no exigen mayores cuidados, conviene estar atentos ante posibles ataques de plagas y enfermedades que dañan y afean estas plantas y hasta pueden ocasionar que se marchiten y mueran. Este artículo explica cómo prevenir ataques de plagas en los geranios y cómo detectar tanto las plagas como las enfermedades que afectan a este género botánico.

El geranio: cómo prevenir ataques de plagas

Los geranios constituyen una de las plantas más habituales en los hogares españoles. Más allá de que no exigen demasiados cuidados, sí son bastante propensos a ser víctimas del ataque de plagas y enfermedades. Por eso, no solo es importante estar pendientes de la aparición de hongos, pulgones, babosas o ácaros en sus tallos, hojas o flores, para poder actuar de inmediato, sino que también es esencial llevar a cabo una tarea de prevención.

Para prevenir plagas, conviene no regar el geranio en exceso y aplicar un insecticida al menos una vez por mes

Una destacada labor preventiva es evitar regar o humedecer la planta en demasía. Si se produce este exceso, se corre el riesgo de que sea afectada por el llamado «mal del pie», un hongo que vive en el suelo y que, cuando ataca, provoca que el geranio se pudra y se marchite. Además, la parte de la planta que queda en contacto con el suelo se pone de un color negruzco y, en ciertos casos, cubierta de un moho blanquecino. Este problema no tiene cura: si el mal del pie ataca, hay que desechar el geranio.

Otra tarea preventiva es aplicar por lo menos una vez al mes un insecticida específico contra el ataque de la llamada «mariposa del geranio», la mayor plaga de la especie en la Península Ibérica en la actualidad. Actúa ya desde que es una oruga verdosa de dos centímetros de largo. Luego crece y adquiere una tonalidad más oscura. Los efectos visibles son el tallo agujereado y las hojas y flores mustias y con picaduras. La única solución es eliminar las partes afectadas, por lo cual, si el ejemplar está muy atacado, es difícil salvarlo.

Las plagas del geranio

Además de esas tareas de precaución, hay que estar atentos a cualquier anomalía que pudieran aparecer tanto en el tallo como en las hojas y flores de los geranios, con el fin de poder actuar de forma conveniente. A continuación se enumeran algunas de las plagas o enfermedades más frecuentes, además del mal del pie y mariposa del geranio.

  • Pulgones. Se instalan en las hojas, clavan su pico allí y absorben la savia de la planta. De este modo, la debilitan, afean y marchitan. Los pulgones prefieren los brotes tiernos, y es sobre ellos donde se instalan siempre que pueden, haciendo que las hojas se enrollen y estén pegajosas. Estos insectos se pueden ver a simple vista con relativa facilidad, porque su cuerpo mide unos tres milímetros de extensión.

  • Araña roja. Provocan que las hojas se llenen de manchas amarillas y picaduras. Las arañas rojas se sitúan en el envés de las hojas, es decir, en la parte inferior o de detrás. A veces son difíciles de ver porque son muy pequeñas (miden medio milímetro de largo). Si se sospecha de su existencia o por simple prevención, se recomienda revisar esa parte de las hojas con una lupa.

Plagas como pulgones, cochinillas y moscas blancas clavan su pico en las hojas y absorben la savia de la planta

  • Orugas. Hay varios tipos distintos de orugas, además de la mariposa del geranio, que atacan este tipo de planta. Su efecto es sencillo de ver: producen agujeros en las hojas. La manera más efectiva de atajar este problema es quitar las orugas una por una, y también sus huevos, que quedan en el envés de las hojas. Es conveniente también aplicar un insecticida específico, preferentemente cuando las orugas son pequeñas, a finales de la primavera o principios del verano.

  • Cochinillas. Igual que los pulgones, absorben la savia del geranio y perjudican sus hojas (primero les hacen perder el color, luego que se marchiten y al final que se caigan). No solo eso, sino que además excretan una sustancia negra y dulce llamada melaza, que a su vez atrae a la negrilla, un hongo cuyos efectos también son nocivos para la planta.

  • Mosca blanca. Sus efectos son muy parecidos a los ocasionados por pulgones y cochinillas. Como su nombre indica, son moscas de color blanco y muy pequeñas (de unos tres milímetros) y atacan sobre todo en verano, cuando la temperatura es más alta y en especial con altos registros de humedad.

Enfermedades del geranio

Las enfermedades más comunes que afectan a los geranios se deben principalmente a la acción de hongos. Algunos, como el botritis, aprovechan para actuar en las heridas que los insectos, el granizo, las rozaduras o la poda dejan en las hojas y capullos. Por eso, se recomienda especial cuidado al podar, para no dejar heridas abiertas en el cuerpo de la planta.

Otros hongos son el puccinia (ocasiona bultitos anaranjados en las hojas), oidio (provoca un polvo blanco o gris en hojas y flores) o el causante de la antracnosis (que genera manchas marrones o negruzcas). Ante todos ellos, conviene eliminar las partes afectadas, limpiar bien la planta y aplicar un fungicida para prevenir nuevos ataques.

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