La perpetua, una planta que tolera los descuidos

La también llamada siempreviva amarilla o yesquera, no necesita ser regada en exceso
Por EROSKI Consumer 21 de septiembre de 2007

La perpetua es una planta que llama sumamente la atención debido a que sus flores brillan como si estuvieran barnizadas, lo que les permite conservar la intensidad de su color incluso tras haber sido cortadas o estar secas.

Se trata de un ejemplar anual perteneciente a la familia de las compuestas y oriundo del centro y sur de Europa. La perpetua puede llegar a alcanzar los 30 centímetros de altura. Sus hojas son ovaladas, de color verde, y pueden llegar a medir unos 10 centímetros de largo. Según la variedad que estemos observando sus flores pueden ser blancas, rosas o violeta púrpura. Es un ejemplar que tiene la forma de una pequeña mata perenne, y con muchas ramificaciones. Sus tallos no alcanzan grandes alturas.

La perpetua, siempreviva amarilla o yesquera, requiere un grado de humedad moderado, por lo que no necesita ser regada en exceso y tolera bien los descuidos en el riego. Convendrá proporcionarle una ubicación soleada y protegida de la lluvia y de las tormentas veraniegas.

Proporciónele un sustrato a base de mantillo y tierra para flores de balcón, mezclado a partes iguales. Abónela cada dos semanas durante el verano con bajas dosis de fertilizante líquido añadido al agua de riego. Si va a plantar varias perpetuas juntas en una maceta o sobre el sustrato de su jardín deje una separación de 25 centímetros entre cada ejemplar.

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