La tecoma, un arbusto de bellas hojas

Debido a su origen ecuatorial requiere climas suaves para su desarrollo
Por EROSKI Consumer 16 de septiembre de 2004

La tecoma es un ejemplar arbustivo que puede llegar a alcanzar hasta los dos metros y medio de altura, dispone de unas ramas largas ascendentes y unas hojas compuestas, lanceoladas, de punta afilada y bordes aserrados. Debido a su altura y tupidse, puede emplearse para aislar de las miradas indiscretas nuestro jardín.

La belleza de sus flores hace que sea un arbusto sumamente singular. Su floración es estival. Las flores son tubulares acampanadas, reunidas en racimos y de color amarillo, naranja o rojo, según a cuál de sus cinco especies pertenezcan.

La tecoma es oriunda del continente americano y pertenece a la especie de las Bignoniáceas. Se desarrolla especialmente en varias regiones de América (desde el sur de Estados Unidos, pasando por Centroamérica -México, Guatemala, etc.- hasta Argentina y Chile).

Estos arbustos necesitan encontrarse en lugares con climas suaves, en los que el invierno no sea muy duro, porque de ser así habrán de ser introducidas en el interior del hogar, algo bastante trabajoso y contraproducente. Será fundamental abonar periódicamente con sustancias orgánicas el sustrato formado por arena y turba. La plantación de estos ejemplares deberá realizarse a principios de primavera y podarlos tras la floración, al comienzo del invierno.

Las tecomas precisan compensar con agua abundante el calor en la época estival. Sin embargo, en invierno prácticamente no necesitan agua. Asimismo, agradecen la exposición directa a los rayos solares, ya que soportan muy altas temperaturas.

Puede multiplicarse a través de semillas esparcidas a voleo, aunque lo más recomendable para este tipo de ejemplares es emplear el método de división para disponer de plantones ya crecidos y asentados que arraiguen con mayor facilidad.

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