Los pomos pueden convertirse en magníficos colgadores

Tenga presente la altura de los objetos a la hora de fijarlos
Por EROSKI Consumer 19 de junio de 2003

Si se tiene un poco de imaginación, unos pomos pueden dar mucho juego ya no sólo como tiradores de puertas y cajones, sino también como unos excepcionales colgadores de objetos que no tengan mucho peso, como pueden ser trapos de cocina, delantales, hasta bolsos, sombreros, bufandas, etc.

Una vez tenga clara su finalidad y su ubicación, lo único que tiene que hacer es adquirir un par de pomos o tres de madera. Con un serrucho quíteles el apéndice posterior, líjelos bien y con un pincel dé una capa de tapaporos. Luego, cuando se haya secado, aplique el color de base del pomo. Dibuje sobre el pomo los trazos del dibujo o las letras que va a pintar y más tarde aplique el color que más le guste. Este trabajo lo tendrá que realizar con pinceles muy finos. Cuando se haya secado, deberá dar una mano de barniz, luego lijar y volver a repetir la operación de barnizado y lijado.

Posteriormente deberá fijar los colgadores a la pared, teniendo muy presente la altura de los objetos que se van a colgar para que éstos no lleguen al suelo. El sistema de sujeción puede consistir en meter una varilla roscada en el pomo y la pared para aplicar en la pared un taco químico; o bien puede hacerse recurriendo a un tirafondo con rosca en la cabeza como el de las abrazaderas y algunos topes de puertas.

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